"No voy a ser presidente del Gobierno a cualquier precio, no voy a participar en un quítate tú para ponerme yo". Pedro Sánchez ha descartado este martes participar en una nueva moción de censura contra Mariano Rajoy. Tras la cena del líder de Podemos, Pablo Iglesias, con Oriol Junqueras, que podría buscar el apoyo de los independentistas a esa operación parlamentaria, Sánchez ha vuelto a dejar claro que no se apoyará en los partidos que quieren romper España para alcanzar la presidencia del Gobierno.

Como ya hizo en 2015, cuando parte de su partido receleba de las intenciones del líder socialista en las negociaciones para su investidura, Sánchez ha dejado claro que aspira a alcanzar el Ejecutivo alcanzando una amplia confianza de los ciudadanos y un gran consenso parlamentario.

El secretario general del PSOE ha explicado que su partido ha pasado a una "segunda fase" tras la primera que supuso su victoria en las primarias. Entonces, a su juicio, los ciudadanos demandaban un nuevo partido "ejemplar y transparente" que "ya se ha conseguido". Dentro de ese proceso, ha confesado que lo que le ocurrió a él, su defenestración por parte de los barones, "es algo que le ocurre a mucha gente: encontrar obstáculos en la vida". "Lo que no te mata te hace más fuerte. El acero se forja a fuerza de golpes. Me siento más y mejor templado.", ha puntualizado.

Lo que no te mata te hace más fuerte. El acero se forja a fuerza de golpes", admite

En esta nueva etapa, su objetivo es consolidar al PSOE como "una socialdemocracia solvente" en los planos económico, social, cultural y medioambiental. "La izquierda no debe estar reñida con la eficacia ni con la solvencia", ha asegurado, explicando que el PSOE se está preparando para gobernar: haciendo oposición de estado y actuando como una izquierda de gobierno que construye un nuevo país.

Sánchez se ha congratulado de la "buena disposición" de Mariano Rajoy ante su propuesta de "abrir un espacio de diálogo" en el Congreso de los Diputados para revisar el modelo territorial español. Respecto al desafío independentista, se ha mantenido firme en el apoyo de "la integridad del estado" y, por tanto, del Gobierno. Ha vuelto a censurar el cambio de criterio de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, a la que el lunes advirtió de que "no se puede contentar a todos", antes de anunciar que los alcaldes socialistas no facilitarán la consulta. En este sentido, el PSOE también animará a los ciudadanos a no participar en ese "simulacro" de consulta, ya que se sitúa fuera de la legalidad, del Estatut catalán y de la Constitución.

Preguntado por la posibilidad de que el Gobierno retire las urnas que se puedan colocar el 1 de octubre, Sánchez ha tirado de ambigüedad: "Ante un hecho ilegal, el Estado tiene que garantizar la legalidad y ahí me voy a quedar", ha respondido. También ha censurado la calificación de 'golpe de estado' ofrecida por el presidente catalán, Carles Puigdemont, en el caso de que el Gobierno impida la consulta: "Puigdemont ha leído poco sobre golpes de estado y sobre constituciones para plantear el debate en esos términos", ha afeado.

El líder socialista ha defendido su concepto de plurinacionalidad al asegurar que una nación no se identifica con los límites de un estado ni sólo con la lengua, sino con una vocación, sentimiento o voluntad de ser, como reconoció la Constitución española y que hay que perfeccionar. A su juicio, en un estado pueden coincidir varias nacionalidades, como ocurre en España, donde al menos hay, al menos, tres de carácter histórico: Cataluña, País Vasco y Galicia.

Elevar los sueldos

Sánchez ha anunciado que va a proponer un nuevo pacto de rentas al Gobierno y a los agentes sociales para que los salarios suban entre el 2,5 y el 3,5 por ciento en los próximos 4 años. Persigue así que la recuperación económica y las ganancias de productividad se trasladen a los salarios de los trabajadores.

El próximo viernes propondrá un paquete de medidas que acompañarán a esta propuesta y que incluirán la protección de los trabajadores autónomos, la recuperación de la negociación colectiva, la recuperación igualdad laboral y el desmontaje de la reforma laboral.

Sánchez ha ofrecido hoy una conferencia en un desayuno informativo en el hotel Villa Magna de Madrid a la que han acudido numerosos dirigentes socialistas como el ex presidente José Luis Rodríguez Zapatero, su ex número 2, César Luena, la Ejecutiva socialista al completo, representantes sindicales y numerosos barones autonómicos como Javier Lambán.