"Puigdemont está planteando una hoja de ruta unilateral, que tiene toda la legitimidad del mundo para plantearla, pero que entendemos que no soluciona nada". El secretario de Organización de Podemos, Pablo Echenique, ha evitado cuestionar la legalidad de la Ley del Referéndum, que previsiblemente se apruebe este miércoles y que el Gobierno recurrirá ante el Tribunal Constitucional. El dirigente de Podemos, que hace unas semanas reconoció que "no iría a votar" si fuera catalán, ha variado ostensiblemente su postura en los últimos días, y ha se ha mostrado más abierto a la participación, dando por válidas cualquiera de las dos opciones. Este giro estratégico se produce después de la reunión que mantuvieron el pasado agosto Iglesias y Oriol Junqueras, presidente de ERC, y después de que el partido republicano catalán impusiera condiciones a la formación morada: sólo tendría su apoyo si llamaba a las urnas para el referéndum del 1-O.

En una entrevista en RNE, Echenique ha insistido, tal como hiciera Iglesias este martes, en que el referéndum del 1-O es una "movilización legítima", y ha añadido que "poner urnas es muy cívico", al tiempo que ha pasado a culpar del conflicto, y a partes iguales, al Ejecutivo de Mariano Rajoy y al presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, a quienes ha acusado de "tensar la situación y hacer política de un problema". Sobre lo que ocurrirá hoy en el Parlament de Cataluña, el dirigente morado ha asegurado que se tratará de "más de lo mismo", con "Puigdmeont planteando una hoja de ruta unilateral, que tiene toda la legitimidad del mundo para plantearla, pero que entendemos que no soluciona nada porque no apela a todos los catalanes". En este mismo sentido ha acusado al PP de hacer "aspavientos", y ha advertido de que "ambas partes están preparándose para futuras campañas electorales".

Echenique ha asegurado que la consulta del 9-N "no fue ningún tipo de amenaza a nuestra democracia" y ha censurado la "judicialiación del conflicto". La postura de Podemos hacia el referéndum ha cambiado en las últimas semanas: si el pasado junio tanto Echenique como el propio Pablo Iglesias aseguraban que si fueran catalanes "no iría a votar", en esta ocasión el responsable del partido ha relajado esta máxima y se ha puesto de perfil: "Hay gente que va a ir a votar, que me parece bien, y gente que no va a ir, que también me parece bien", ha señalado.

Echenique ha reconocido que el motivo para adoptar esta posición es la división del electorado de Podemos; una bolsa de votantes potenciales que podría renegar de la formación morada en caso de que se posicionara claramente. "No tenemos que dar una consigna a nuestros votantes, porque a la mitad no le va a gustar y no va a hacer falta", ha reconocido el secretario de Organización, que ha defendido que "cada uno tiene que hacer lo que quiera". En este punto, ha denunciado lo que él considera un juego de "polarización, de estar conmigo o contra mí", y ha llamado a no "polarizar el debate" ni "avivar el fuego", sino "aceptar que hay diferentes opiniones".

El dirigente de Podemos ha explicado esta ambigüedad tratando de justificar las dos posturas posibles: "Como en toda movilización, cada persona tiene que elegir libremente si participa o no. Hay motivos para participar, que es que el Estado español está siendo enormemente inmovilista, y motivos para no hacerlo, que es que no supone una solución para la cuestión catalana".

Podemos recela de Sánchez: "Coincidimos menos al pasar a los hechos"

La reunión entre Pablo Iglesias y Pedro Sánchez sirvió para escenificar el acuerdo respecto al debate catalán, donde ambos líderes coincidieron en la necesidad que participaran "todos los actores políticos", incluyendo a las fuerzas soberanistas. Sin embargo, Podemos guarda ciertos recelos respecto al secretario general del PSOE, tal como ha desvelado este miércoles Echenique.

"Lo que suele pasar en las relaciones entre PSOE y Podemos es que en lo verbal, en lo declarativo, solemos coincidir mucho y a la hora de la verdad coincidimos un poco menos", ha reconocido el  dirigente morado. Echenique ha reprochado a los socialistas el respaldo que han mostrado al Ejecutivo de Mariano Rajoy en su defensa de la constitucionalidad: "En Cataluña hemos sabido que el PSOE apoyaría al PP si el PP tomara la decisión de retirar las urnas, y nosotros entendemos que el 1-O es una manifestación política legítima y que poner urnas es muy cívico".

"El 9-N no fue ningún tipo de amenaza a nuestra democracia y en ese sentido hay un punto de discrepancia: el PSOE habla de pluraninacionalidad como nosotros pero en el momento de pasar de las palabras a los hechos se ven más las diferencias", ha reconocido. Sobre la constitución de una Comisión en el Congreso de los Diputados a instancias del PSOE, Echenique ha advertido de unas "diferencias respecto al formato". "Nosotros consideramos fundamental que estén los partidos catalanes, si no esta ERC y PdeCat poco sentido va a tener hacerlo", ha apuntado, aunque el acuerdo alcanzado ayer entre Iglesias y Sánchez sí recogía este asunto como  un punto en común.

Anticapitalistas apoya la Ley del Referéndum

La corriente Anticapitalista de Podemos ha mostrado abiertamente su apoyo a la Ley del Referéndum que se aprobará hoy. "En Anticapitalistas apoyamos la aprobación de la Ley del Referéndum porque supone un paso hacia la celebración de un referéndum desobediente para hacer efectivo el derecho a la autodeterminación", señala esta corriente interna, liderada por Miguel Urbán y Teresa Rodríguez.

En este sentido, considera "legítimo y necesario desobedecer un marco legal que niega derechos políticos". Los conocidos como 'anticapis' llaman a la "desobediencia civil e institucional" como "una herramienta legítima e imprescindible de conquista de derechos". Esta corriente del partido, en su escrito, también se refiere a la previsible suspensión de esta ley por parte del Tribunal Constitucional. Anticapitalistas pide responder a esta acción judicial y llama a la movilización "en defensa del 1 de octubre y en favor de la desobediencia de esta suspensión y todas las futuras medidas de España para evitar que se vote. El referéndum sólo se puede ganar en la calle".