Catalán de nacimiento y madrileño de adopción, el historiador Gabriel Tortella contempla desde la distancia la crisis catalana y advierte con preocupación que la fractura independentista no se revertirá sin un profundo cambio en la educación. Señala la responsabilidad de los sucesivos gobiernos españoles al haber abandonado en manos del pujolismo la educación de generaciones de catalanes que "desde los 8 o 9 años ya piensan que Madrid nos roba y llevan 300 años de opresión". Y advierte: "El Gobierno ha conseguido taponar el 1-O, pero eso es un síntoma, el problema de fondo seguirá planteado exactamente igual"

Pregunta.- ¿Cómo ve las últimas horas de la crisis catalana?

Respuesta.- Tengo la impresión de que no es una movilización muy masiva, pero sí es gente muy afecta a la causa y dispuesta a cometer una violencia limitada. Me parece lógico, era de esperar, y es evidente que tiene mucho de provocación. En este momento los independentistas están buscando un incidente para que la población catalana sienta que están siendo agredidos y que hay mártires.

P.- Más allá de la adhesión a la causa independentista ha conseguido que cunda el enfado general contra el Gobierno.

En Cataluña lo que hay es un adoctrinamiento de la población desde la escuela"

R.- Es perfectamente lógico, sobre todo porque la gente se mueve por emociones y las detenciones son parte del martirologio exigido. De lo que no se dan cuenta es de que ha sido ordenado por un juez de Barcelona que lleva un proceso desde hace meses. Todo tiene un efecto emocional, el ser humano no es tan racional como le gusta decir a la gente. Los independentistas no quieren tener presente que la independencia pondría a Cataluña en una situación económica e internacionalmente imposible, quieren desprenderse de la teta que les da de mamar.

P.- ¿Por qué cree que el separatismo ha ganado la batalla ideológica en Cataluña; o por qué la ha perdido tan estrepitosamente el Gobierno?

R.- Ocurre como en el tenis. Cuanto mejor juega uno, peor juega el otro y un partido que parecía equilibrado de repente se desequilibra. Los gobiernos españoles han sido de una torpeza enorme, especialmente al dejar en manos de la Generalitat la Educación. En Cataluña lo que hay es un adoctrinamiento de la población desde la escuela. Los niños con 8 o 9 años ya piensan que Madrid les roba y llevan 300 años de opresión; con una población con un adoctrinamiento de este nivel es muy fácil jugar. El Gobierno ha permitido que durante casi 40 años a los niños se les eduque en el odio a España y no se ha intervenido. Hicimos un estudio de los libros de historia; es impresionante la cantidad de inexactitudes y mentiras. Los niños en Cataluña no estudian historia de España, estudian lo que les hubiera gustado que fuera Cataluña desde los Reyes Católicos.

P.- ¿La manipulación de la historia es la raíz de este divorcio?

R.- Creo que sí. Es de esas cosas a las que es muy difícil darles la vuelta. Sólo gente dispuesta a dedicarse casi profesionalmente a la historia es capaz de criticar este sistema. Una gran mayoría se cree estas mentiras, además el victimismo es una tendencia humana muy común. Los guardias civiles que han detenido a altos cargos son igual que los soldados de Felipe V que entraron a sangre y fuego en Barcelona. El problema es que los gobiernos no parecen dispuestos a hacer el esfuerzo dificilísimo de revertir esto.

P.- La idea de Cataluña como nación se ha asumido no sólo en Cataluña sino entre muchos sectores del resto de España.

Los niños en Cataluña no estudian historia de España, sino lo que les hubiera gustado que fuera Cataluña desde los Reyes Católicos"

R.- En Cataluña hay una leyenda histórica muy repetida de que era nación y fue aplastada con los decretos de Nueva Planta. Existe también un elemento muy humano de darse importancia, ahora también Andalucía, todos quieren ser naciones y después querrán ser imperios. Cataluña teniendo una historia peculiar dentro de España da más pie a esto. En el s.XIX adoptan la guerra de Sucesión como mito pero no explican que hubo más represalias a los rebeldes contra Felipe V en Castilla que en Cataluña. Igual que con la Guerra Civil, que se cuenta que es una guerra de España contra Cataluña, falsedad que no se sostiene.

P.- ¿Cómo se entiende una izquierda y sobre todo una extrema izquierda nacionalista?

R.- Es muy extraño. Los de la CUP me parecen los típicos iluminados que han forzado a Puigdemont a hacer esto, que es una huida hacia adelante para evitar que caiga su gobierno. No entiendo que la izquierda sea nacionalista, es muy irracional. Tampoco entiendo que la izquierda española muestre unas simpatías por el separatismo catalán o vasco, es incomprensible, ni entendí que Pasqual Maragall -al que conozco mucho- cuando llegó al poder se hiciera más nacionalista que los nacionalistas. Él era antinacionalista cuando no estaba en política. Cataluña hoy es un hervidero de cosas raras.

P.- Tampoco es habitual una revolución comandada por la burguesía.

R.- La burguesía muchas veces ha hecho revoluciones en nombre del proletariado, pero las ha hecho ella. Esta revolución independentista es una revolución para que las clases acomodadas se conviertan en las dueñas absolutas de Cataluña. La ley de transitoriedad está hecha para que la mayoría parlamentaria actual se mantenga indefinidamente en el poder. Vamos a controlar las elecciones, vamos a nombrar a los jueces, a perpetuarnos en el poder y a hacer los negocios que queramos. Si la independencia de Cataluña hubiera llegado antes Jordi Pujol seguiría siendo honorable y nadie habría destapado sus trapicheos. Esto no es una revolución, es un afianzamiento de la élite catalana que quiere mantenerse a toda costa. Durante la crisis se produjo un auge del voto de protesta que se convirtió en voto independentista, pero ahora que las cosas van mejor esto ha llegado a un techo y si no lo hacen ahora con esta extraña mayoría que tienen ahora no lo conseguirán en mucho tiempo. En circunstancias normales el independentismo decaerá.

P.- ¿Es posible reconducir la crisis catalana como se ha hecho en el País Vasco?

R.- Es posible, pero a corto plazo no. Mientras no arreglen la cuestión de la educación y de los medios de comunicación el rescoldo seguirá siempre. El Gobierno ha conseguido taponar el 1-O, pero eso es un síntoma, el problema de fondo seguirá planteado exactamente igual. El Gobierno, y especialmente el del sr. Rajoy, que es un espantapájaros, no parece preparado para arreglar las cosas. También es un problema de educación en el resto de España, parece que la historia la enseñen los inventores de la leyenda negra y se tiende a identificar a España con el franquismo.