La CUP se ha sumado hoy a la presión cada vez creciente de los sectores independentistas para que el presidente de la Generalitat haga efectiva la independencia con una carta pública a  Carles Puigdemont, en la que le exige "la proclamación de la república" porque consideran que es la única manera para conseguir que la intervención de actores internacionales se haga con Catalana reconocida como sujeto político. Los antisistema se suman así a las presiones explicitadas por la ANC, que ayer noche dio por rota la vía del diálogo y abogó por la proclamación de la república en un mensaje de su perfil oficial de twitter. "Dada la negativa del Estado español a cualquier propuesta de diálogo, instamos al Parlament a levantar la suspensión".

En una misiva hecha pública esta mañana, la CUP se dirige al presidente de la Generalitat para erigirse en portavoz de "la gente con mayúsculas que defendió los colegios frente a la violencia que deslpleó la ocupación militar y policial". La gente, añaden "es la única estructura sólida que tiene este país a falta de apoyos explícitos a nivel internacional, a falta de un poderos tejido productivo con consciencia de país".

Ante el silencio en el que se ha sumido el presidente catalán desde el pleno del pasado martes, los antisistema añaden que "si pretenden seguir aplicando las previsiones del artículo 155 de la Constitución española que lo hagan con la república ya proclamada", continúa el texto, que emplaza a responder al requerimiento del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, situándose en el ejercicio del derecho de autodeterminación.

Avalar todas y cada una de sus amenazas, su menosprecio y su represión"

Así, la CUP considera que responder al requerimiento de cualquier otro modo supondría "avalar todas y cada una de sus amenazas, su menosprecio y su represión", y volver a la legalidad constitucional que, según la formación, una mayoría de catalanes decidió romper.

En la misiva, la CUP ha dado por cerrada "la esperanza en la mediación internacional" si ésta ha tolerado lo que han tachado de despliegue militar y las cargas policiales que dejaron a más de 900 personas heridas por querer votar, según el texto.

"Permanecer inmóviles a sus amenazas, sus negaciones y su autoridad, no nos permitirá existir como pueblo, no nos permitirá gobernarnos ni avanzar en la consecución de más derechos y libertades", argumentan, y finaliza que, aunque una eventual república catalana no cuenta con el apoyo de otros Estados y mercados, sí que contaría con el apoyo de la gente.

El Secretariado de la ANC, por su parte, se reunió ayer para acordar el posicionamiento público que después explicitó en redes sociales, en el que señalan que "dada la negativa del Estado a cualquier propuesta de diálogo, ya no tiene ningún sentido mantener suspendida la declaración de independencia". Por ello, instan al Parlament y al gobierno catalán a "implementar la Ley de transitoriedad jurídica" que supone poner en marcha el proceso constituyente de la nueva república catalana.