Un jueves de locura institucional en Cataluña... para que todo en la calle siga igual. Los vaivenes alocados del president Carles Puigdemont a lo largo del día -de la Declaración Unitaleral de Independencia (DUI) a la convocatoria de elecciones para, al final, volver a rechazar los comicios autonómicos y poner la DUI de nuevo sobre la mesa- cambiaron el trayecto de una manifestación estudiantil, que se plantó enfrente de la sede de la Presidencia de la Generalitat cuando no estaba previsto.

Durante unas horas, la "sociedad civil" catalana vivió "desquiciada", en palabras de portavoces de la Asamblea Nacional de Cataluña, uno de los dos colectivos más importantes -junto a Ómnium- del independentismo. "Ha habido titubeos, ataques de pánico, movimientos en falso. ¡Claro que los ha habido! La situación no es para menos. Pero todo sigue igual", cuentan estas fuentes.

Mientras los estudiantes reconducían la marcha, diputados del PDeCAT anunciaban su dimisión si se convocaban elecciones y ERC se desmarcaba de Puigdemont, la escritora Liz Castro -que se postuló para la presidencia de la ANC hace años- cargaba en Twitter contra las dos organizaciones pro independencia pidiéndoles que enviaran a sus seguidores a Sant Jaume, donde la sede de la Presidencia.

"¿Podíamos haber enviado a la gente a insultar a Carles Puigdemont antes de que éste hiciese su declaración institucional? Claro. Pero llamar a acosar al president cuando aún no había hecho el anuncio oficial basándonos en lo que salía en la prensa hubiese sido contraproducente para nuestros objetivos", remachan desde la ANC. "Continúa la alianza entre las instituciones catalanes y la sociedad civil. Eso es lo importante".

DUI sí o sí

Pasadas las cinco horas de la tarde, la gente de repente se empezó a arremolinar en torno a los smartphones para escuchar el enésimo giro de Puigdemont: se rechazan las elecciones autonómicas. Hubo un grito ahogado de júbilo y la concentración empezó a disolverse.

La ANC y Ómnium (cuyos líderes están en prisión incondicional por un delito de sedición) insisten en su hoja de ruta: quieren declaración de independencia sí o sí y no elecciones porque, entienden, unos comicios autonómicos sería volver sobre lo mismo cuando ya hay una mayoría clara en el Parlament. Si Puigdemont no cumple ya le han advertido que irán contra él y su Govern. La sociedad civil catalana pro independencia respira ahora tranquila. De momento.