Al grito de Ara República, miles de estudiantes se han dirigido este jueves a mediodía desde la Plaza de la Universidad de Barcelona hasta el Palacio de la Generalitat, sede de la Presidencia del Govern, para exigir a Puigdemont que declare la independencia y no convoque nuevas elecciones. Una noticia que ha asaltado al gentío cuando comenzaba a llenar la plaza donde arrancó la convocatoria. "No queremos elecciones, queremos que se proclame la república", ha gritado desde un atrio una líder estudiantil al público, micrófono en mano.

La marcha era parte de una huelga general de dos días convocada por los estudiantes en las universidades catalanas: según varios asistentes, el recorrido inicial llevaría a los manifestantes al Parlament, pero las noticias de última hora al parecer han trastocado y han redirigido a la multitud al Palau de Presidencia. De hecho, la policía ha reforzado las inmediaciones del Palacio como la Plaza Sant Jaume.

El clima poco antes de las 14 horas en las calles barcelonesas era festivo, aunque se respira cierta tensión tras conocer los independentistas que no habrá Declaración Unilateral de Independencia (DUI). De hecho, las juventudes de las CUP -muy presentes entre el movimiento estudiantil- ya han pedido a la gente protestar frente a las sedes de los partidos que componen Junts Pel Sí, el PDeCAT y ERC.

Alianza de estudiantes, CUP y ANC + Ómnium

La concentración de este jueves prueba que el independentismo es mayoritario dentro del mundo universitario catalán, especialmente el que se moviliza para este tipo de ocasiones. Además de esteladas -omnipresentes- también había varias banderas tricolores de la República: la marcha tenía un claro cariz de izquierdas, cuando no directamente de las CUP.

En las próximas horas, se espera una probable alianza en la calle entre los estudiantes, la esfera más cercana a las CUP y los colectivos Ómnium y Asamblea Nacional Catalana. Estos dos últimos ya han avisado al presidente Puigdemont: si no hay DUI la sociedad civil catalana se volverá contra el actual Govern. Las próximas horas dirán si la calle se relaja o se tensiona.