Las amenazas de "violencia extrema" del Gobierno frenaron la independencia de Cataluña. Éste es el resumen que ha hecho este viernes la secretaria general de ERC y mano derecha de Oriol Junqueras, Marta Rovira. En una entrevista en la emisora Rac 1, Rovira ha cargado duramente contra el Estado español, a quien ha acusado de "fascista" y de represor, llegando incluso a afirmar que "el Gobierno nos amenazó con sangre en la calle" si no se frenaba el desafío separatista tras el 1-O: "Directamente nos decían esto: que habría sangre y que teníamos que parar porque no dudarían, y que esta vez no serían pelotas de goma".

De "burda patraña" ha calificado estas afirmaciones el portavoz del Gobierno, Íñigo Méndez de Vigo, en rueda de prensa tras la reunión del Consejo de Ministros. Ha descartado la asunción de algún tipo de iniciativa judicial porque dichas palabras se han pronunciado "en el ámbito político y la respuesta va a ser política".  Señala que los dirigentes secesionistas "nos tienen acostumbrados" a sus mentiras, y que mintieron "cuando dijeron que no habría consecuencias económicas" por la  independencia, que tendrían amplios apoyos europeos o que las estructuras de la futura república catalana estaban organizadas.

Méndez de Vigo califica de "burda patraña" las acusaciones de Rovira

En definitiva, "una burda patraña que no tiene absolutamente que ver con la realidad, mentira tras mentira". También ha recordado, focalizando sus palabras en el ex presidente de la Generalitat Carles Puigdemont, cómo este dijo que aceptaría las resposnabilidades de sus actuaciones políticas, "y ahora está huido" o su insistencia en que no concurriria de nuevo a los comicios cuando ha organizado una propia candidatura al margen de su partido, Junts pel Catalunya. Ante este panorama, espera Méndez de Vigo "que los catalanes tomen nota" de cara a los comicios del 21-D.

La mujer por quien apuesta Junqueras como futura líder de la república catalana ha reconocido que, si bien la independencia "ya se ha declarado", el objetivo de esta nueva legislatura, que espera presida su partido, es hacer efectiva la república, cuyo proceso necesitaba más tiempo del que habían valorado en un primer momento.

Rovira ha puesto de ejemplo el despliegue de la Agencia Tributaria de Junqueras para afirmar que el Govern "estaba preparado", pero "no estaba dispuesto a aceptar un escenario de violencia extrema con muertes en la calle" y es que, según la ex portavoz de la formación en el Parlament, el Gobierno de Rajoy advirtió al ejecutivo catalán de que habría una violencia superior a la el 1-O en caso de independencia. "El gobierno español nos hacía llegar por múltiples vías que utilizaría la violencia extrema si seguíamos".

A su juicio, "el fascismo actúa impunemente en nuestro país" y ha sido el comunidad internacional quien ha pedido a España que aceptara la democracia, esto es, un referéndum pactado. A cambio, dice, el Gobierno convocó elecciones. En esta cita electoral, los dos bloques que se presentan son, a su juicio, "el favorable el 155 y del bloqueo y el que hemos representado Junts pel Sí, la CUP y a veces CatenComú".

Si bien ha señalado que no piensa todavía en pactos, sí ha avanzado que iniciarán conversaciones con los comunes ya que tienen "puntos programáticos que coinciden". Y aunque Oriol Junqueras la señalaba en una carta a la militancia como aspirante a la presidenta de Cataluña, ella ha asegurado que el número 1 de ERC sigue siendo siendo él y que, si gana su partido y el ex vicepresidente catalán está fuera de prisión será él el candidato a la presidencia.

Las conversaciones con PDECat y la CUP son habituales y, si bien no habla de un gobierno de concentración entre las tres fuerzas, sí que se discute sobre el programa electoral para "ampliarlo" más. De hecho, Rovira ha acudido tanto a la prisión de Estremera como a Bruselas para mantener reuniones con los ex consellers y con el ex president de cara al 21-D.