El 21 de diciembre acuden a las urnas en Cataluña muchos de los ciudadanos más ricos de España. La renta media anual neta por persona en la comunidad autónoma es la tercera más alta de todo el país. 12.660 euros, según los datos del Instituto de Estadística de la Generalitat (Idescat), sólo por detrás de Navarra (13.408) y el País Vasco (14.345), los dos únicos territorios que cuentan con un régimen económico especial.

El cálculo se realiza atendiendo al ingreso medio de los hogares, y dividiéndolo entre el número de personas que integran cada uno. En esa clasificación, Cataluña supera por poco a Madrid (12.647 euros, sólo 13 menos), pero por mucho a la media nacional, que se sitúa en 10.708 euros.

La renta media anual neta por persona es en Cataluña casi un 50% superior a la de regiones como Murcia (8.273 euros), Andalucía (8.398), Extremadura (8.674), Canarias (8.702) o Castilla-La Mancha (8.731). Y lleva años a la alza: alcanzó su mínimo en el año 2013 (12.111 euros), pero desde entonces encadena cuatro ejercicios de crecimiento consecutivos, en los que ha recuperado 550 euros por persona.

Cinco veces más desigualdad de género

Lo que también muestran las estadísticas es que en Cataluña hay más desigualdad económica entre hombres y mujeres que en el resto de España. Según los datos del Idescat, la renta media anual neta de los hombres catalanes es de 12.998 euros, mientras que la de las mujeres se queda en 12.335. Una brecha del 5,1%, considerable y bastante superior a la que presenta el resto del Estado.

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En la estadística global que cada año publica el INE en su Encuesta de Condiciones de Vida, la renta anual de los hombres se situó en 2016 en 10.766 euros, por los 10.651 de las mujeres. Una brecha del 1,07%, casi cinco veces por debajo del dato catalán.

Independentismo por clases

La renta, lógicamente, tiene un traslado en la posición política de los ciudadanos. Y en el caso del independentismo, hay una correlación clara. Según la última oleada del barómetro de opinión política de la Generalitat, entre aquellos que se autodefinen como clase baja el 'Sí' a un Estado independiente logra un 37,1% de apoyo, contra un 49,6% que lo rechazan y un 13,3% que no contestan. También se impone el 'No' a la independencia entre la clase media-baja, y en similar porcentaje: 49,4%.

El independentismo, en Cataluña y según estos datos, es cosa de la clase media. El 'Sí' se impone en este estrato con un 53%, contra el 39,4% que lo rechazan. En la clase media-alta, prácticamente se da un empate. Curiosamente, el 'No' arrasa entre los que "no saben" a qué clase social pertenecen (57,2%), mientras que el 'Sí' lo hace entre los que, simplemente, prefieren no decirlo (72,1%).