La CUP ha denunciado este martes la "causa general" de la justicia española contra el independentismo y ha acusado al Tribunal Supremo de incidir en la campaña autonómica, en respuesta a la filtración de la agenda del ex número dos de Economía de la Generalitat, Josep Maria Jové, en la que  la formación anticapitalista aparece de forma recurrente como uno de los actores principales del procés.

"En un estado de derecho lo lógico es que cada cual tenga en casa las agendas que quiera sobre las reuniones que mantiene" ha argumentado el dirigente de la CUP Benet Salellas al ser preguntado sobre el contenido de la agenda de Jové.  El ex portavoz parlamentario ha defendido que se trata de un documento "del ámbito privado" y se ha invitado al Supremo a preguntarse "si actúa en el marco de una democracia o una dictadura. Si esto va de perseguirnos por participar en una reunión de presupuestos parece una dictadura".

"No es una buena idea que el Supremo entre en campaña a través de rumores en los medios" ha añadido Salellas, que se ha negado a valorar la denuncia de la Guardia Civil sobre su participación en la elaboración de la hoja de ruta del procés. "Si estuviera en una democracia normal podría hacer una valoración política" sobre ese informe, ha argumentado, pero "de lo que diga ahora depende que el TS abra causa contra mis compañeros y contra mi por 25 años de prisión, y eso pone en peligro mi libertad de expresión y también la libertad de prensa".

Salellas ha hecho estas aseveraciones en la presentación de un informe elaborado por la CUP sobre la "violencia institucional del Estado Español contra el proceso de autodeterminación". Un texto en el que denuncian la existencia de 832 "represaliados", es decir, querellados por la Fiscalía por su participación en iniciativas asociadas al proceso independentista, además del más de un millar de heridos que según esta formación ocasionó la actuación policial el 1-O.

Denuncia ante Naciones Unidas

Tomando como referencia el Minotauro con el que Vicenç Vives describía al Estado, la CUP denuncia que "la cultura policial en España arrastra un exceso en el uso de la fuerza, de desproporcionalidad y de falta de respeto al hecho de la protesta y su importancia en una sociedad que se pretenda democrática". Una denuncia que los antisitema presentarán esta semana en Ginebra ante la Organización Internacional contra la Tortura y el Comité de Derechos Humanos de la ONU.

"Todo lo que está pasando en Cataluña con procedimientos policiales y judiciales forma parte de una operación de estado que funciona por la coordinación de estamentos" ha añadido Salellas. "No depende solo del Gobierno sino de la concertación de los poderes que ha modificado jurisdicciones, reincorpora delitos de otra época,  reinterpreta delitos como el de odio, y  desanima a ejercer los derechos fundamentales".