A dos semanas del pleno de constitución del Parlament, el independentismo sigue pendiente del último conejo en la chistera con el que Carles Puigdemont piensa hacer realidad su objetivo de ser investido presidente de la Generalitat. En un nuevo quiebro del culebrón en el que se ha convertido la política catalana, el portavoz de ERC, Sergi Sabrià, aseguró este martes que los republicanos contemplan la investidura del president cesado como la única opción, y sólo piden a JxCat que aclare cómo piensa llevarla a cabo. Es decir, trasladan al grupo de Puigdemont toda la responsabilidad sobre los próximos pasos que debe dar el bloque independentista.

Los independentistas centran el debate en la improbable investidura telemática mientras evitan el debate sobre un candidato de consenso y que no tenga causas pendientes con la justicia. La investidura telemática exigiría una reforma del reglamento del Parlament que implicaría convocar un pleno ordinario antes del pleno de investidura. Una opción inédita para forzar de nuevo el reglamento con la exigua mayoría de 70 diputados siempre que ERC y la CUP se plieguen a las exigencias de Puigdemont.

Mientras JxCat y ERC mantienen abierto ese debate sobre una eventual investidura telemática que los juristas dan por descartada, se esquiva dar explicaciones ante la opinión pública sobre el auténtico conflicto, las serias dificultades del independentismo para consensuar un candidato no imputado que cumpla las expectativas de los dos partidos independentistas que pugnan por hacerse con la presidencia de la Generalitat.

Los republicanos reconocen abiertamente su escaso optimismo ante la cita que este jueves llevará de nuevo a Oriol Junqueras ante el Tribunal Supremo, con el objetivo de argumentar ante el juez Pedro Llarena que no hay riesgo de reincidencia que justifique mantenerlo en prisión. Alegará para ello que la prisión incondicional limita su derecho de participación política, según ha explicado su abogado, Andreu Van den Eyne.

Si Junqueras no es excarcelado, pedirá su traslado a Cataluña para participar en los plenos del Parlament

Un mes después de la excarcelación del resto de consejeros imputados, en ERC tienen pocas esperanzas de ver salir a Junqueras de la prisión de Estremera, y advierten de que aunque se mantenga la prisión incondicional reclamarán que se garantice su derecho de participación política, lo que pasaría por su traslado a prisiones catalanas y pedir permisos penitenciarios para asistir a los plenos del Parlament, especialmente los de constitución e investidura.

En caso de que el juez Llarena atendiera al requerimiento de Junqueras, ERC redoblaría las presiones para que JxCat apoye su investidura como president, plegándose así a la realidad de la situación jurídica de ambos candidatos. Tanto Puigdemont como Junqueras mantienen intactos sus derechos a la participación política, pero mientras el primero parece tener asegurada la prisión incondicional si vuelve a España, vistos los antecedentes, el líder de ERC podría ejercer las funciones presidenciales mientras se instruye la causa y hasta que no exista sentencia firme si el magistrado decide su excarcelación.

Puigdemont volverá una vez investido

Los acólitos de Puigdemont no quieren oír hablar de esa posibilidad, y defienden la investidura telemática asegurando que Puigdemont volvería una vez investido president, para que el escándalo de su detención a nivel internacional -argumentan ellos- obligara al Gobierno a reconsiderarla. Así, insisten en que en caso de que Junqueras acceda a la libertad vigilada debe ser restituido como vicepresidente, cargo que ocupó en la pasada legislatura.

Con el debate centrado en el papel de Puigdemont, Junqueras y Forcadell, poco se ha hablado en público de la constitución de los grupos, pero el día 17 de enero será determinante también para saber qué electos acaban tomando posesión de su acta de diputados. En la actualidad, ocho de ellos ponen en riesgo la  mayoría independentista, tres en prisión -Junqueras, Jordi Sánchez y Joaquim Forn- y cinco fugados en Bruselas -Puigdemont, Antoni Comín, Meritxell Serret, Clara Ponsatí y Lluís Puig-.

El 11 de enero comparecerán ante el Tribunal Supremo Forn, Sánchez y Jordi Cuixart, los dos primeros electos por la lista de JxCat, que despejarán entonces su futuro judicial y probablemente también el político. Pero los cinco de Bruselas siguen siendo una pesada losa sobre la exigua mayoría independentista de 66 diputados, 70 con el concurso de la siempre exigente CUP.