Política

"Una investidura telemática terminaría suspendida por el Tribunal Constitucional"

Expertos juristas lo tienen claro: la investidura telemática o por delegación no tiene cabida en el Reglamento del Parlament

Comparecencia telemática de Puigdemont… vía R2D2

Comparecencia telemática de Puigdemont… gracias a R2·D2 Mario Viciosa

Tanto el catedrático de Derecho Constitucional Xavier Arbós como el portavoz de la asociación de juristas Llibertats Pere Lluís Huguet lo tienen claro: la investidura telemática o por delegación no tiene cabida en el Reglamento del Parlament ni en los usos del parlamentarismo español. En otras palabras, la investidura de Carles Puigdemont, tal como JxCat asegura haberla pactado con ERC, está condenada a la suspensión por parte del Tribunal Constitucional.

"Acabaremos hablando de investidura telepática", ironiza Arbós para expresar el disgusto que provoca en los juristas la nueva vuelta de tuerca del independentismo a la normativa para satisfacer las aspiraciones de Carles Puigdemont. "La investidura tiene unas normas específicas, que no se limitan a leer un discurso", recuerda el catedrático para descartar la delegación de representación que ha planteado ahora el candidato de JxCat para excusar su presencia en el pleno de investidura en el que aspira ha ser elegido president de la XII legislatura.

Acabaremos hablando de una investidura telepática" lamenta Xavier Arbós

El argumento de JxCat, en el sentido de que el reglamento no prohíbe la investidura telemática, "no es válido" para Arbós, quien recuerda que las instituciones y poderes públicos no se rigen por el mismo uso que los particulares: "Los ciudadanos podemos hacer todo lo que no está prohibido, pero las instituciones deben ceñirse a la norma general, que en este caso es la presencialidad, como demuestra el hecho de que se hayan regulado sus excepciones".

Arbós tampoco considera definitivo el argumento de la defensa del derecho de participación política de Puigdemont para justificar la investidura no presencial. "También los diputados de la oposición pueden reivindicar su derecho de participación política para exigir la presencia del candidato a la investidura", señala, recordando la obviedad de que el debate de investidura es precisamente eso, un debate.

Otros juristas han señalado igualmente que la investidura "por sentido común" exige la presencia del candidato, como los también profesores de Derecho Constitucional Joan Vintró o Argelia Queralt. Voces que contradicen frontalmente los argumentos esgrimidos hoy de nuevo por JxCat. Carles Campuzano, portavoz del PDCat en el Congreso, ha insistido en que el Reglamento "en ningún caso prohíbe de forma explícita la opción de que sea elegido sin que Puigdemont esté presente", y ha apelado al Gobierno y la Fiscalía para que "faciliten" el retorno de Puigdemont y permitan que "esa mayoría surgida de las elecciones pudiera cumplir con sus compromisos".

Recurso al Tribunal Constitucional

Sin embargo, los juristas consultados coinciden en que una investidura telemática está abocada a su anulación por parte del Tribunal Constitucional en caso de que el Gobierno recurra la decisión de la Mesa para permitirla si se produce un acuerdo en esos términos o si los partidos de la oposición presentan recurso de amparo ante el TC. Una opción a la que hoy apuntaban ya los socialistas, al asegurar que piensan recurrir a todas las vías para "articular su oposición" a una investidura telemática.

"Quien quiera ostentar la presidencia tiene que presentar su proyecto y someterse a la confianza de la cámara", ha argumentado el secretario de Organización del PSC, Salvador Illa, que ha advertido contra la investidura a distancia planteada por Puigdemont. "Si esto se produce es continuar por la vía de la unilateralidad", ha lamentado el dirigente socialista. "Cataluña no merece un presidente por Skype, nos opondremos de todas las maneras posibles".

"Hemos vuelto a las astucias", lamenta por su parte Pere Lluís Huguet, para quien el acuerdo anunciado por JxCat y ERC supone "volver al 6 y 7 de septiembre", cuando Carme Forcadell retorció el reglamento del Parlament para aprobar por lectura única y sin debate las leyes de ruptura para convocar el referéndum del 1-O y proclamar después la independencia. Una estrategia que, a su juicio, explica la renuncia del ex conseller Carles Mundó, que el martes anunció su regreso a la esfera privada para evitar ser elegido presidente de la Cámara y cargar, por tanto, con la responsabilidad jurídica de estas nuevas "astucias".

Los recelos de ERC

Ese más que probable recurso, y las consecuencias que de él puedan derivarse para los futuros responsables de la Mesa están en las reticencias de Esquerra al plan de Puigdemont. Tras anunciar a bombo y platillo el acuerdo esta mañana en los dos principales matinales radiofónicos catalanes, los republicanos han matizado el pacto señalando que el acuerdo se limita de momento a la constitución de la Mesa, mientras sus servicios jurídicos "estudian" la viabilidad de las fórmulas de investidura a distancia propuestas por Puigdemont.

ERC ha explicado que ha llegado a un acuerdo con JxCat para constituir el Parlament el próximo miércoles 17 de enero con una Mesa de mayoría independentista, pero ha matizado que aún tiene que estudiar las fórmulas que le propone la lista de Carles Puigdemont para la investidura del presidente. Los republicanos presentan ahora como un éxito la renuncia de Puigdemont a bloquear la constitución del Parlament y evitar la repetición electoral, pero no se ha comprometido con una investidura telemática que nadie avala legalmente.

Mientras, algunos medios especulan ya con un pacto entre las dos formaciones por el que ERC habría aceptado investir a Puigdemont a cambio de que fuera Marta Rovira, secretaria general de los republicanos, quien asuma la gestión real de la Generalitat como consejera jefe con amplísimas atribuciones. Un extremo que no ha sido confirmado por ERC.

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