Ada Colau ha vuelto a constatar su soledad en el pleno del Ayuntamiento de Barcelona. Los grupos han rechazado por 30 votos en contra -toda la oposición en bloque- y 11 a favor las cuentas de Barcelona en Comú (BeC) para 2018. Tanto los Demócratas de Xavier Trias como ERC han votado en contra de Colau, aunque en el pleno de la semana pasada se abstuvieron en la votación de las cuentas, que fueron rechazadas por el voto en contra de Ciudadanos, PSC, PP y la CUP.

La oposición tiene ahora un mes de plazo para culminar la moción de confianza proponiendo un nuevo candidato, pero Colau sabe que esa opción no saldrá adelante. La fracturada composición del pleno municipal, dividido en dos bloques entre independentistas y no independentistas, garantiza a los comunes mantenerse al frente del pleno hasta el final de mandato. La votación de este viernes ha servido, eso sí, para demostrar lo frágil que era la alianza de Colau con los partidos independentistas que en diciembre la forzaron a romper su pacto con el PSC.

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