La autopsia al cuerpo del pequeño Gabriel ha desvelado que murió estrangulado y el mismo día de su desaparición, el pasado 27 de febrero, tal y como apuntan fuentes de la investigación y recoge El País.

Los resultados preliminares de la autopsia del niño, cuyo cuerpo fue encontrado este domingo tras más de 10 días de búsqueda, revelaba que presentaba golpes en el cuello y apareció cubierto de lodo y barro, envuelto en una manta, según informa Antena 3.

El pozo en el que estuvo el cuerpo de la víctima había sido revisado por equipos de la Guardia Civil en el primer día del operativo, recoge El Mundo, en el término municipal de Rodalquilar, a seis kilómetros de donde desapareció el pequeño. Este hecho alienta la idea de que el cuerpo fue trasladado durante los más de 10 días que duró la búsqueda del pequeño.

La Policía encontró el cuerpo sin vida del pequeño cuando la pareja sentimental de su padre trasladaba el cadáver en el maletero de su coche, en la localidad de Vícar. Los agentes de la Guardia Civil sospechaban de la mujer desde que encontrase, por su cuenta, la camiseta blanca con ADN del niño.

Posteriormente decidieron realizar un seguimiento de sus movimientos, lo que facilitó su detención una vez que introdujo en la parte trasera del vehículo el cadáver.

Ana Julia Quezada, la detenida por la muerte del niño de 8 años, ya estuvo implicada en un suceso similar, pues su hija, de cuatro años, falleció en el año 1996 al caer desde una ventana de la vivienda en la que residían en Burgos. Se calificó como una muerte accidental un año después.

Tras encontrar el cadáver de Gabriel Cruz en el maletero de su coche, la Guardia Civil abrirá de nuevo la investigación de la muerte de su hija fallecida en Burgos por si Ana Julia Quezada pudo intervenir y finalmente no fue una muerte accidental.