El juez del Tribunal Supremo, Pablo Llarena, tendrá que comparecer ante la justicia belga el próximo 4 de septiembre como parte de una demanda civil interpuesta en este país por Carles Puigdemont y el resto de exconsejeros fugados tras la Declaración Unilateral de Independencia de Cataluña votada por el Parlament. Así lo ha asegurado este martes Christophe Marchand, abogado de los exdirigentes de la Generalitat que permanecen en Bélgica.

Toni Comín, Meritxell Serret y Lluis Puig han comparecido en Bruselas junto a sus letrados, y acompañados por videoconferencia por el propio Carles Puigdemont. En esa rueda de prensa, han anunciado una demanda civil ante la justicia belga contra el juez Pablo Llarena por haber vulnerado, según ha explicado Comín, "su derecho a un proceso justo y equitativo".

Además, los exconsejeros han anunciado que se ha presentado una recusación contra Llarena en la justicia española, para tratar de apartar al magistrado del caso por sus opiniones "parciales" emitidas "al margen del proceso jurisdiccional" que, en opinión de los acusados, manifiestan sus "prejuicios" y su incapacidad para instruir la investigación del procés de manera independiente.

"Se ha demostrado que el juez Llarena actúa sin imparcialidad y, además, movido por motivaciones políticas. No estamos siendo perseguidos por la justicia sino por la ideología de un juez", ha abundado Puigdemont desde Berlín, donde continúa esperando la resolución de su proceso de detención y entrega a España. La fiscalía alemana continúa solicitando su entrega tanto por malversación como por rebelión, aunque el Tribunal Superior de Schleswig-Holstein desestima hasta ahora ese último cargo.