"El PP va a colaborar lealmente en la unidad de España". Es lo primero que le ha transmitido el líder de los populares, Pablo Casado, al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en la primera reunión que ambos mantienen en Moncloa desde que asumieran sus respectivos cargos. Así lo ha avanzado Casado en rueda de prensa, en la que ha informado de que se ha puesto a disposición del Gobierno tanto en este asunto como en la lucha antiterrorista, y se ha comprometido a ejercer una "oposición firme y responsable".

Casado ha dado a entender que la reforma de la Constitución ha estado sobre la mesa durante la reunión y que ha sido a propuesta del presidente del Gobierno. El líder de la oposición no ha dado detalles pero sí ha avanzado que su partido no está dispuesto a abrir esta reforma para que otros partidos, entre los que ha hecho referencia a Podemos, utilicen esta remodelación para introducir otro tipo de cambios.

Cataluña o la crisis migratoria han sido dos de los asuntos que han marcado la primera reunión entre ambos, como ha avanzado el líder popular a través de su cuenta de Twitter. Éste le ha exigido al presidente del Ejecutivo que no se produzcan acercamientos de presos etarras a las cárceles vascas, así como que no haya beneficios para los presos independentistas. "Nuestra posición va a ser totalmente frontal", ha señalado Casado en la rueda de prensa posterior a la reunión, en la que ha informado de su propuesta para recuperar el delito de convocatoria ilegal de referéndums.

Casado ha vuelto a mostrar la posición de su partido en cuanto al desafío independentista y se ha mostrado contrario al diálogo "con los que quieren romper España", una posición que espera que comparta el Gobierno. En este sentido, ha insistido en que al PP va a estar "vigilante" en Cataluña y no dudará en pedir al Gobierno la aplicación del 155 dado el caso.

En cuanto a la inmigración, Casado le ha pedido protección para los agentes que trabajan en las fronteras para evitar que vuelvan a repetirse las agresiones tras el salto masivo a la valla de Ceuta, así como un plan de cooperación con la Unión Europea para tratar el problema migratorio y "proteger nuestras fronteras".

El líder del PP ha enumerado los distintos asuntos comentados en la reunión, entre los que ha incluido la ley electoral, la financiación autonómica y el Pacto de Toledo, en el que espera que haya una colaboración entre ambos partidos.

Si bien no ha querido adelantar las intenciones de Sánchez sobre un posible adelanto electoral, se ha mostrado preparado para afrontar unas elecciones dado que, tras el congreso del PP, su partido ha salido "más fuerte y unido". En este sentido, ha destacado en varias ocasiones la situación inédita que vive España con un Gobierno con un partido al frente que no ha sido el más votado y con el partido más votado en la oposición.

Este encuentro se ha producido poco más de una semana después de la elección de Casado como presidente del PP. En estos últimos días, tanto Casado como su equipo han insistido en criticar la posición de “debilidad” del Gobierno de Sánchez, que ahora tiene además que “pagar el precio” que le pongan los partidos que le apoyaron en la moción de censura y hacerlo con políticas que podrían desestabilizar el país.

Mientras, el Sánchez ha insistido en reclamar al nuevo líder del PP “lealtad” y “responsabilidad” en las materias de Estado, y le ha reprochado su giro a la derecha o su posición inmovilista y contraria al diálogo en Cataluña.