La celebración del 12 de octubre tiene una convocatoria unitaria en Barcelona por primera vez en mucho tiempo. Un año después del referéndum de independencia y de la masiva manifestacion del 8 de octubre de 2017, la plataforma España y Catalanes ha conseguido aunar a más de un centenar de entidades que darán apoyo a la manifestación que recorrerá el Paseo de Gracia hasta la Plaza Cataluña para conmemorar la Hispanidad. Una nueva prueba para los Mossos d'Esquadra, recuperándose todavía de la crisis abierta por los disturbios derivados de la celebración del 1-O.

La convocatoria secundada este año activamente por Sociedad Civil Catalana, y las plataformas de Tabarnia, entre otras entidades, contará también con la participación de representantes del Ciudadanos, PP y Vox. Los organizadores han fletado autocares desde las tres capitales de provincia catalanas, Madrid y Valencia. El objetivo, pasar de los 35.000 participantes de ediciones anteriores a más de 50.000 personas para llenar la Plaza Cataluña.

Para frustrar ese objetivo, plataformas "antifascistas" han convocado por su parte una concentración en la parte alta del Paseo de Gracia, con el objetivo de converger en esta céntrica vía con los constitucionalistas. Es el mismo esquema seguido por los grupos de independentistas radicales para frustrar las manifestaciones que en las últimas semanas han reivindicado en Barcelona la enseñanza bilingüe y la equiparación salarial de los policías, y que han derivado en enfrentamientos entre grupos radicales y agentes de los Mossos d'Esquadra.

Interior ha activado a todos sus efectivos, 800 agentes de la Arro y 500 de la Brimo, o antidisturbios, aunque la manifestación del 12-O no se prevé conflictiva

En esta ocasión, la policía autonómica tendrá disponibles a todos sus efectivos de intervención para la jornada. Según fuentes sindicales, 800 agentes de la Arro (Area regional de recursos operativos) y otros 500 de la Brimo (Brigada Móvil, antidisturibios) estarán hoy en activo, dedicados a tareas ordinarias de seguridad pública, pero dispuestos a prestar servicio si hay riesgo de que las dos manifestaciones confluyan en el centro de la capital catalana. Hace diez días, cuando se produjo el asalto al Parlament tras las manifestaciones reivindicativas del 1-O dos unidades de la Brimo estaban descansando, y el operativo desplazado en la Ciutadella inicialmente era de dos unidades de la Arro, especializados en seguridad ciudadana, no en orden público.

La consecuencia de la imprevisión, denunciada después por los sindicatos, fue la falta de efectivos para repeler el asalto al Parlament, defendido por patrullas de calle, y las cargas en Vía Layetana. Esta vez, advierten desde el cuerpo, "si no se aplican criterios estrictamente técnicos le puede costar el cargo al conseller". Miquel Buch fue duramente criticado por sus compañeros de gobierno por las cargas de mossos contra militantes de la CUP en la manifestación de Jusapol, y el resultado fue un dispositivo el 1-O con ordenes de "aguantar sin cargar". Los mandos desplegados en la Ciutadella llegaron a pedir hasta en tres ocasiones permiso para cargar, permiso que les fue denegado por criterios políticos, aseguran estas fuentes.

Las mismas fuentes señalan que la manifestación convocada por España y catalanes no ofrece riesgo, pero si los radicales intentan confluir con ella, se establecerá un dispositivo de separación como sucedió el pasado 29 de septiembre cuando los CDR intentaron bloquear la manifestación de Jusapol por el centro de Barcelona. Esta vez, aseguran, el dispositivo estará preparado para intervenir.

Al margen de estas dos concentraciones, los CDR han convocado otra manifestación frente a la Estación de Sants, donde hace una década se manifestaba la Falange el Dia de la Hispanidad. Los falangistas, sin embargo, han sido desplazados desde hace ya más de un lustro a Montjuïc para evitar los choques con los colectivos antisistema en el centro de la ciudad.