Pablo Iglesias se ha erigido estos días en "embajador" del Gobierno ante los líderes del independentismo catalán, oficialmente para recabar apoyos a las cuentas pactadas por Podemos con el Ejecutivo de Pedro Sánchez. Y el líder de los socialistas catalanes, Miquel Iceta, ha puesto límites hoy a este esfuerzo, dejando claro hasta dónde comparten las consideraciones del dirigente morado. Iceta ha recordado a Iglesias -como ya había hecho en ocasiones anteriores- que "en España no hay presos políticos ni exiliados" y le ha advertido del riesgo de dar al ex presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, un protagonismo en la política catalana que ha perdido parcialmente.

Gobierno y partidos constitucionalistas es encuentran mucho más cómodos en la interlocución con Oriol Junqueras que con Puigdemont. El primero ha optado por un discurso mínimamente posibilista y ofrece un partido cohesionado entorno a su liderazgo, mientras el segundo da bandazos entre el unilateralismo y el posibilismo para mantener una tensión que sólo le favorece a él y que cada vez provoca más fracturas y tensiones dentro de su propio espacio político, representado por JxCat.

En este contexto, la llamada de Iglesias a Puigdemont incomodó ayer especialmente tanto al Gobierno como, sobre todo, a sus posibles socios en Cataluña: PSC y ERC. Así, Iceta ha advertido en RNE que la posibilidad de que el dirigente morado se reúna con Puigdemont se enmarcaría dentro de la "ofensiva" de Iglesias para relanzar su propio papel en el tablero político español.

"Quizá ha considerado que es una manera de reforzar su personalidad", ha señalado, pero es un error, a su juicio, darle al expresidente catalán un "plus de representatividad" que en estos momentos ya no tiene, como ha opinado que pasaría si el líder de Podemos, Pablo Iglesias, le visita en Waterloo.

En este sentido, Iceta ha advertido también contra la decisión de Podemos y los comunes de asumir el lenguaje independentista al considerar a Puigdemont, Junqueras y el resto de los líderes del 1-O como "presos políticos y exiliados". El líder socialista ha reconocido que no le sorprende porque "es lo que hacen los comunes, que no son independentistas pero acompañan al independentismo" en su discurso. "Es una posición que no comparto: en España no hay presos políticos sin exiliados, hay políticos en la cárcel de forma preventiva porque lo ha decidido un juez" adoptando una medida que "yo no comparto pero acato porque en España existe división de poderes".

No visitará a Junqueras

Iceta se ha referido también ha las constantes apelaciones que desde medios de comunicación, especialmente independentistas, se le han hecho para que acuda a Lledoners a visitar a Junqueras y al resto de líderes independentistas en prisión preventiva para dejar claro que no hará esa visita. "No haré nada que pueda interpretarse como un apoyo político".

El dirigente socialista ha reconocido que se lo llegó a plantear cuando estaban en prisiones cercanas a Madrid. "Lo valoré, pero como no se puede hacer en secreto y puede dar pie a interpretaciones equivocadas sobre compartir objetivos políticos o avalar decisiones que nosotros advertimos de lo equivocadas que eran y que tendrían consecuencias" ha optado por no hacerlo.

Pese ha ello, ha valorado positivamente la visita de Iglesias al líder de ERC en la prisión de Lledoners, ha señalado que es útil que los políticos hablen y "todo lo que pueda contribuir a sacar adelante los presupuestos, es bienvenido", ha opinado, aunque ha reiterado que no es un emisario de Pedro Sánchez. Iglesias "puede comprometer su palabra pero no la del Gobierno" ha apuntado; "cualquier cosa que hayan hablado Junqueras e Iglesias les compete a ellos".

En el ámbito local, Iceta ha asegurado que los socialistas no darán su apoyo a las cuentas del Gobierno municipal de Ada Colau en Barcelona como parte de un acuerdo a tres bandas entre comuns, PSC y el independentismo en el consistorio, el Parlament y el Gobierno central: "Son cuestiones absolutamente distintas".