El vicepresidente del Govern y adjunto a la presidencia de ERC, Pere Aragonés.
La amenaza de que se produzcan disturbios el próximo viernes en Cataluña empieza a provocar inquietud en una parte de los catalanes independentistas. Sin ir más lejos, el vicepresidente del Govern y adjunto a la presidencia de ERC, Pere Aragonès, ha pedido que las movilizaciones que tendrán lugar el 21-D, con motivo de la celebración en Barcelona del Consejo de Ministros, sean pacíficas.
El responsable de ERC toma distancia así de los CDR, que llevan días llamando a tomar las calles para mostrar una protesta masiva contra el Gobierno. La amenaza es tal que el Ministerio del Interior ha movilizado tantos efectivos para el 21-D como el día del referéndum del 1-O.
Los CDR han lanzados consignas como esta: "O ganamos o gana el régimen". Un lenguaje de confrontación que empieza a generar temor en las propias filas del independentismo.
Pere Aragonés ha pedido que "nadie caiga en provocaciones" y ha hecho un llamamiento a "combatir el relato falso de la violencia". También ha pedido al independentismo actuar "como siempre: con determinación, civismo y los valores del pacifismo y la democracia".
En su intervención ante el Consell Nacional del partido, Aragonès ha reclamado rebatir de esta forma a "quienes quieren imponer un relato falso en Cataluña, quieren hablar de una falsa violencia", y ha afirmado que ERC sigue determinada para alcanzar la independencia "por vías democráticas y pacíficas".
A seis días para la celebración del Consejo de Ministros en Barcelona, el dirigente de ERC ha advertido de que llegan "días y semanas preocupantes y decisivos" que "pondrán a prueba" al movimiento independentista.
"Nos quieren enfadados, tristes y rabiosos: debemos contestarles con la mayor determinación", ha señalado el vicepresidente del Govern, que ha asegurado: "Nuestra sonrisa es seguro su derrota".
Aragonès ha subrayado la necesidad de "persistir" y de "generar grandes alianzas" que hagan "fuertes a las mayorías democráticas de este país".
"Siempre defenderemos el diálogo, en cualquier ámbito y en todas partes", ha dicho Aragonès, aunque ERC también exigirá que el derecho a la autodeterminación sea "reconocido, respetado y puesto en manos de la ciudadanía". EFE
Mensaje a Pedro Sánchez
El vicepresidente del Govern y adjunto a la presidencia de ERC, Pere Aragonès, ha afirmado que "la independencia y la justicia social son dos caras de la misma moneda, son indisociables", ya que "la causa de la independencia es la causa para vencer la precariedad", informa Efe.
El jefe del Gobierno, Pedro Sánchez, reiteró ayer su deseo de reunirse el próximo viernes con Quim Torra y subrayó que si el presidente de la Generalitat le habla de autodeterminación, él le hablará de servicios públicos y de recuperación del Estado del bienestar.
"Lecciones sobre precariedad ni una sola, ni una", ha aseverado por su parte Aragonès, en el marco de su intervención ante el Consell Nacional del partido, pues ha sostenido que la independencia de Cataluña es "una herramienta fundamental para lograr justicia social y combatir la precariedad que en el marco del Estado, hoy, no se ha combatido".
Justicia social
El vicepresidente del Govern ha defendido que los ejecutivos "republicanos y de izquierdas" en los que ha participado ERC son los que "han impulsado medidas más radicales, contundentes y comprometidas" para lograr una mayor justicia social.
Ha hablado así de la Renta Garantizada de Ciudadanía en marcha en Cataluña, que según ha afirmado destina diez veces más este año en recursos por habitante que el ingreso mínimo vital acordado por el Gobierno y Unidos Podemos en su propuesta de Presupuestos.
Además, ha recordado los recursos interpuestos ante el Tribunal Constitucional por el anterior Ejecutivo a diferentes normas aprobadas por el Parlament -ha citado aquellas en materia de desahucios, pobreza energética y medidas ambientales-, por lo que ha pedido "menos lecciones y más retiradas de recursos" de inconstitucionalidad.
Además, ha criticado que el Consejo de Ministros autorizara ayer en su reunión una inversión de 7.331 millones de euros en programas de seguridad y defensa, en un plan plurianual hasta el año 2032, para la renovación y actualización del material de las Fuerzas Armadas.
Aragonès ha dicho que esta decisión "debería hacer caer la cara de vergüenza al Gobierno y a sus aliados" y ha dicho que la Generalitat quiere utilizar su capacidad de gestión de recursos "no para invertir y construir instrumentos de guerra, sino instrumentos de vida".
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