Vox ha acaparado este martes todos los focos en los actos de conmemoración de la toma de Granada, en los que se recuerda el 527 aniversario de la conquista de la ciudad por los Reyes Católicos.

El evento ha convertido la plaza del Carmen en escenario de un intercambio de insultos y exhibición de banderas, aunque no se han registrado incidentes. Y en el epicentro del acto han estado las controvertidas declaraciones del secretario general de Vox.

Javier Ortega Smith ha recalcado la importancia de una efeméride que conmemora la "gesta histórica que puso fin a la invasión musulmana". Un hito que, a su juicio, permitió a España "recuperar la libertad y la unidad". "España volvió a ser una nación unida y en libertad", ha dicho el número dos de la formación de ultra derecha.

En la céntrica plaza del Ayuntamiento se ha escenificado un año más el enfrentamiento entre partidarios y detractores de la toma, bandos aferrados a banderas de España, de Andalucía y de Granada y entregados desde pasadas las diez de la mañana al intercambio de insultos.

La celebración de la toma ha vuelto a enfrentar a partidarios de la tradición, que han coreado lemas contra la izquierda y los independentistas catalanes, y los detractores, que han tildado la fiesta de racista. El PP ha repartido 4.000 banderas por el centro de la ciudad.

El desfile de la Legión ha propiciado el primer intercambio de gritos antes de las 11.30 horas, momento en el que parte desde el Ayuntamiento la corporación bajo mazas que marca el inicio de esta fiesta cívico religiosa. El acto ha contado con un fuerte dispositivo de seguridad formado por policías locales, agentes de la Policía Nacional y antidisturbios en una fiesta que ha acabado sin incidentes.

El séquito, ataviado con trajes de época de los últimos seis siglos, se ha dirigido junto a concejales y representantes de otras administraciones hasta la Capilla Real, donde yacen los Reyes Católicos, para hacer una ofrenda floral.

El concejal Luis de Haro-Rossi se ha encargado de tremolar la primera vez el pendón, una réplica del estandarte real que portaban las tropas con Fernando el Católico cuando conquistaron la ciudad.

Durante la celebración religiosa, que este año no ha oficiado el arzobispo de Granada, Francisco Martínez, en la plaza del Carmen han contrastado los cánticos patrióticos con los de Nación Andaluza, en apoyo y contra la legión, respectivamenrte, y los cánticos de "Granada cristiana y nunca musulmana" frente al "No eran moras, eran granadinas".

El alcalde de Granada, Francisco Cuenca, ha explicado a Efe que miles de granadinos participan de una tradición centenaria y que solo una minoría de exaltados grita y difumina la esencia de esta efeméride, tras lo que ha abogado por la convivencia y el diálogo.

Tras la interpretación de los himnos de Granada, Andalucía y España, la concejal Rocío Díaz (PP) ha tremolado el estandarte y desde el balcón ha repetido tres veces y como marca la tradición el "Granada", al que los asistentes han respondido el también tradicional "¿Qué?".

El ceremonial se ha cerrado repitiendo la leyenda: "Granada, Granada, Granada, por los ínclitos Reyes de España don Fernando V de Aragón y doña Isabel I de Castilla. Viva España. Viva el Rey. Viva Andalucía. Viva Granada".

En el ceremonial han participado los concejales del PP, el alcalde Francisco Cuenca (PSOE) y parte de sus concejales y los representantes de Ciudadanos, con la ausencia del edil de IU, la concejal no adscrita y la portavoz de Vamos Granada.

El equipo de gobierno socialista ha repetido este año el desfile de Moros y Cristianos que escenifica tras el acto protocolario la rendición de Boabdil y la entrega de las llaves de la ciudad. La Plataforma Granada Abierta ha celebrado un acto alternativo en el que ha lamentado el alza de la "ultraderecha" y que se les regale "otro 18 de julio".