El intento de Adelante Andalucía, la coalición de Podemos e IU, para presentar una candidatura de izquierdas alternativa a la del PP se ha dado de bruces con la negativa de la líder del PSOE andaluz, Susana Díaz. Tras el acuerdo alcanzado entre el PP y Ciudadanos y el apoyo de Vox, la baronesa ha anunciado que no presentará su candidatura para ser investida, un movimiento que ha sido interpretada por Adelante Andalucía como un intento de "señalar" a la coalición: "Juego sucio hasta el final".

Este martes, después de las duras exigencias presentadas por Vox, Teresa Rodríguez aprovechó las turbulencias en las negociaciones para ofrecer a los socialistas presentar un candidato consensuado a la investidura de la Presidencia de la Junta de Andalucía. El portavoz del PSOE en el Parlamento, Mario Jiménez rechazó la propuesta y defendió que, en caso de presentar otra opción, el nombre de Susana Díaz era innegociable. Incluso en esos términos Adelante Andalucía rebajó las exigencias y se avino a negociar, asegurando que la presidenta no era "un problema" y que no habría "vetos" respecto a los nombres.

Finalmente Susana Díaz ha renunciado a presentarse a la investidura tras los pactos del PP para hacer presidente a Juanma Moreno y para evitar el desgaste de una derrota. La renuncia de la dirigente ha levantado ampollas en la coalición de izquierdas, que considera que la decisión del PSOE ha ido encaminada en dejarles en evidencia.

"La renuncia", señalaba el líder de IU Andalucía y portavoz de Adelante Andalucía, "evidencia que su táctica era señalar a Adelante Andalucía y no una sincera aspiración de parar a las derechas y frenar la deriva reaccionaria y neoliberal en Andalucía que ella misma empezó", ha criticado en las redes. "Juego sucio hasta el final".