La decisión de Pedro Sánchez de situar a sus ministros como números 1 de distintas candidaturas al Congreso está incendiando los territorios. A los problemas generados en León con la imposición de Margarita Robles (Defensa) como cabeza de cartel y en Valladolid con la propuesta de Reyes Maroto (Industria), que incluso ha provocado la suspensión de la celebración de las asambleas para proponer las listas, como informó el sábado Vozpopuli, se suman ahora tensiones con el PSOE andaluz.

La dirección federal del PSOE ha propuesto al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, como número 1 por Cádiz. Pero la federación socialista no ha recogido esa sugerencia en la lista que ha elaborado para el Congreso, que está encabezada por Juan Carlos Ruiz Boix, alcalde de San Roque, vicepresidente de la Diputación de Cádiz y vicesecretario provincial del PSOE. Le siguen Miriam Alconchel como número 2 y Francisco Pizarro como 3.

Fuentes del PSOE andaluz explican que la federación gaditana no tiene intención de proponer al ministro, que podría ser impuesto por Ferraz finalmente como cabeza de lista. Se sumaría a la llegada del ministro de Cultura, Juan Guirao, como cunero por Almería y al titular de Agricultura, Luis Planas, como número 1 por Córdoba.

La intención de situar a Marlaska como cabeza de cartel por Ávila también generó tensiones con la agrupación provincial del partido, por lo que fue rechazada. Ferraz también ha tenido que dar marcha atrás en su pretensión de que la ministra de Economía, Nadia Calviño, fuera de número 1 por La Coruña a pesar de que la propuesta contaba con el respaldo del secretario general del PSdeG, Gonzalo Caballero. De hecho, las protestas de los socialistas gallegos consiguieron mantener como cabeza de lista a la actual diputada Pilar Cancela.