Una campaña unidireccional y dirigida desde Madrid. Podemos trata de atar en corto a sus federaciones de cara a las elecciones generales del 28 de abril para evitar polémicas territoriales que puedan desviar el foco del mensaje Pablo Iglesias. La cúpula de Podemos ha trasladado a sus secretarios autonómicos algunas directrices para la campaña electoral. Entre ellas, la de "no hacer canutazos" y evitar exponerse a preguntas de periodistas y la de replicar los mensajes enviados desde Madrid en las redes sociales. Otro de los ejes de la campaña será la creación de un sistema de Big Data para cruzar datos sociodemográficos y segmentar el envío de mensajes.
Podemos convocó hace unas semanas a sus candidatos y secretarios generales a una reunión en Madrid, a la que acudieron los dos principales encargados de la campaña, Juanma del Olmo, secretario de Comunicación, y Paolo Gentili, el nuevo jefe de gabinete de Pablo Iglesias recién incorporado que está asumiendo las riendas de la organización electoral. Una de las directrices que se dieron en el encuentro a los líderes territoriales fue la de evitar en la medida de la posible las preguntas de los periodistas.
La propuesta de los jefes de campaña encontró resistencia entre los líderes territoriales
Las mejores condiciones para las apariciones públicas, explicaron, son las de intervenciones cerradas o en atril, para poder transmitir con eficacia el mensaje de Podemos y de esa forma mantener el control total sobre el discurso y evitar que otros asuntos terminen por marcar la agenda. La propuesta encontró resistencias entre los barones, y algunos de ellos rechazaron esta directriz.
Los responsables de campaña resaltaron la importancia de los mensajes lanzados desde Madrid en todos sus canales, haciendo hincapié en las redes sociales. La obsesión de Podemos pasa por la uniformidad del discurso en todo el territorio, y para las elecciones generales quiere tener especial cuidado en este punto, invitando a los asistentes a replicar el argumentario lanzado desde la sede de Princesa.
Otro de los puntos fuertes de la campaña será la creación de una gran base de datos. El partido prevé invertir entre un millón y medio de euros y dos en la compra de bases de datos personales y en la segmentación por sexo, edad, situación familiar y otros factores. De esta forma, según detallan fuentes conocedoras de la reunión, confían en "bombardear" por todos los canales disponibles y lanzar mensajes personalizados en función de estos factores, de manera que a sectores sociales como el de la mujer joven y soltera le lanzarán mensajes, por ejemplo, distintos que al varón de mayor edad.
Algunas voces del partido aseguran que no hay tiempo para elaborar este sistema, aunque en la reunión los dirigentes se mostraron convencidos de su creación. EL Big Data, además, se apovechará después para las elecciones autonómicas, europeas y municipales y, más adelante, para la asamblea de Vistalegre 3.
Con este sistema, Podemos pretende movilizar a la bolsa de abstencionistas. Según explicaron los dirigentes, el objetivo de Pablo Iglesias es movilizar a la mitad del electorado que pensaba abstenerse en las próximas generales; un extremo extremadamente complicado que, de producirse, y según sus cálculos, le daría la victoria en las elecciones generales.
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