A pocas horas de que cierren los colegios electorales, los partidos políticos españoles navegan en una absoluta sensación de inquietud por lo que pueda deparar el escrutinio. La imprevisibilidad del resultado es a esta hora enorme y, según todos los trackings realizados en los últimos días, el escenario más probable tras las elecciones generales de este 28 de abril es la ingobernabilidad.

Al menos dos de los principales sondeos que se han realizado en las últimas jornadas muestran de forma clara una fuerte caída del PSOE respecto a sus expectativas. Pedro Sánchez y su equipo entraron en la última semana de campaña con las encuestas situando al partido por encima de 130 diputados, pero los trackings más recientes colocan a Sánchez lejos del 30% del voto y más cerca de los 100 diputados que de otro resultado.

En el PSOE interpretan favorablemente el aumento de participación, aunque la menor subida respecto a 2016 se producía a las dos de la tarde en Andalucía, uno de sus feudos. La mayor en Cataluña, más de once puntos, lo que no tiene por qué ser necesariamente una buena noticia para Sánchez. En el resto de España, la participación ha subido de manera bastante homogénea, desde bastiones socialistas en el sur de España hasta el barrio de Salamanca, en Madrid. Entre cuatro y cinco puntos.

Una tendencia que se ha confirmado en las últimas horas es el despegue de Podemos a costa de Sánchez. El partido de Pablo Iglesias, que parecía condenado a ser cuarta o quinta fuerza, estaría ahora peleando por ser tercera fuerza en una situación de virtual triple empate con Ciudadanos y Vox.

Auge de Vox en la derecha

El partido de Santiago Abascal es el gran beneficiado de estas últimas horas y algunos de los sondeos más recientes, adelantados por El Español, les elevan hasta cerca de la barrera de los 50 diputados. Dentro del partido aspiran a más. En el PSOE alertan de un auge mucho mayor y alimentan la amenaza de un sorpasso al PP que podría acabar con Vox como segunda fuerza en España.

No obstante, el equilibrio entre los bloques prácticamente no se altera. Respecto a las últimas encuestas que pudieron publicarse, la pasada semana, los escaños que pierde el PSOE los gana Podemos y los que pierde el PP los gana Vox. En Ciudadanos se confiesan expectantes y su resultado es, a esta hora, una gran incógnita.

En lo que también coinciden las encuestas es en que ni PP+Cs+Vox ni PSOE+Podemos sumarían mayoría absoluta suficiente para gobernar. En el caso de la coalición de izquierdas, estaría al límite de poder hacerlo junto a ERC y el PNV, aunque lo más probable es que acabara dependiendo también del apoyo de Bildu y Junts per Catalunya, el partido de Carles Puigdemont, que no pondrá un precio bajo a sus votos y podría favorecer la estrategia del bloqueo.

No se descarta, por tanto, un escenario similar al del 20 de diciembre de 2015, cuando desde la misma noche electoral el país puso rumbo hacia unas nuevas elecciones.