El nacionalismo vasco arrasó ayer en Euskadi. Las encuestas lo auguraban pero los resultados revelaron que se quedaban cortas. Los vascos votaron ayer de forma muy mayoritaria a alguna de las dos formaciones soberanistas. Cerca de 68.000 vascos que hace cuatro años se decantaron por otras formaciones lo hicieron ayer por alguna de las dos marcas principales del nacionalismo vasco: PNV o EH Bildu.

Además de alcaldías y cámaras territoriales, en el caso del País Vasco se jugaban el liderazgo territorial en clave abertzale. El pulso lo ganó sin duda el PNV, que no sólo amplió su hegemonía, sino que se impuso por primera vez desde 1983, antes de su escisión, en las tres capitales vascas, además de en Vizcaya, Guipúzcoa y Álava. Entre los dos partidos han logrado 153 mayorías absolutas -81 el PNV y 72 EH Bildu- en el conjunto de 251 municipios del País Vasco. A ellas hay que sumar las 51 mayorías relativas que han logrado -34 el PNV y 17 la izquierda abertzale-. De este modo, sólo en 47 localidades la formación que ha vencido no es ni PNV ni Bildu, en las 204 restantes ha sido la formación de Ortuzar o la de Otegi la vencedora.

El 26-M de 2019 será recordado en Euskadi por el amplio respaldo obtenido por PNV y Bildu. Ambas formaciones acapararon nada menos que el 65,8% del voto en Guipúzcoa y el 60,4% en Vizcaya. Y si bien ambos territorios han tenido históricamente mayor peso abertzale, ayer en Álava los dos partidos se repartieron el 49,9% de los votos. Estos porcentajes representan importantes incrementos de los dos partidos, fundamentalmente beneficiados por el hundimiento de Podemos en la izquierda, cuyo voto en una parte importante fue a parar a la coalición de la izquierda abertzale, y del PP, que tocó fondo con una pérdida de 25.500 votos, hasta rozar los 77.000. Votos que absorbió mayoritariamente el partido de Andoni Ortuzar.

Guipúzcoa ya era el territorio del País Vasco que más nacionalista respiraba. Ayer lo hizo de modo aún mayor. Si hace cuatro años un 61,7% de los guipuzcoanos votó nacionalista, ayer lo hizo un 65,8%, cuatro puntos más. El incremento fue también elevado en Vizcaya, el verdadero feudo del PNV. En 2015 los dos partidos, el de Ortuzar y el de Otegi, captaron el 58,7% de los apoyos y mejoraron el porcentaje con casi dos puntos más, hasta el 60,4%. Pero la gran sorpresa se vivió en Alava, donde históricamente el PP obtenía un buen resultado y que ayer se quedó lejos de revalidar. Los alaveses se decantaron por apoyar más al PNV y por sustituir a Podemos por Bildu. De esta forma, el 42,7% de voto abertzale de hace cuatro años aumentó hasta el 49,9%.

Pulso entre nacionalistas

Quien más exultante estaba ayer era el PNV. No en vano, el partido se ha impuesto en Bilbao, Vitoria y San Sebastián, donde podrá reeditar sus gobiernos municipales. También en el caso de la tres diputaciones forales. El PNV amplía además de modo significativo su fortaleza municipal, consolidándose en la Margen Izquierda, tradicionalmente del PSE, y recuperando algunas localidades. Desde ayer la formación cuenta con 32 concejales más y alcanza los 1.050 ediles en toda Euskadi. Una solidez lograda gracias a un apabullante resultado en las urnas que traslada a la formación a sus mejores años, con 403.000 votos, casi 43.000 más que en las últimas elecciones. En Vizcaya los jeltzales se quedaron a un escaño de la mayoría absoluta tanto en Bilbao como en las Juntas Generales.

En el caso de EH Bildu, pese a que mejora de modo significativo su apoyo local, no logra transformarlo en poder. En Vitoria, donde tenía puestas muchas de sus esperanzas con su candidata, Miren Larrion, la coalición ha quedado tercera. Además, ha perdido en otro municipio en Gobernaba, Bermeo, en beneficio del PNV, y en el conjunto de Euskadi, ha perdido con claridad el pulso de la hegemonía nacionalista que también se libraba en estas elecciones. Pese a todo, EH Bildu ha mejorado sus resultados, con 25.000 votos más en el conjunto del País Vasco y la suma de nada menos que 279.622 votos en el conjunto de Euskadi. En el panorama municipal la coalición obtiene 931 ediles, 37 más que hace cuatro años.

El tercer lugar lo ocupa el PSE, que mejora datos pero no lo suficiente como para ganar poder. Los socialistas vascos logran 27.000 votos más, hasta alcanzar los 185.500 votos, y una veintena de nuevos concejales -hasta los 24 en el conjunto de municipios vascos-. Podemos registró ayer un significativo revés, con cerca de 95.000 votos, con pérdida de escaños en ayuntamientos y Juntas Generales, y sin influencia en la negociación de los principales pactos de gobierno. El PP por su parte se desinfla completamente y limita su poder municipal en el País Vasco a 58 concejales y un apoyo que no alcanza los 77.000 votos.