Política

La candidatura del 10-N reabre la batalla en el seno de JxCat

Fin de semana de debates -y codazos- en los diversos grupos que conforman en espacio de JxCat por la confección de la candidatura neocovergente a las elecciones generales del 10-N. Mientras sus rivales confirman la repetición de sus listas, con Oriol Junqueras al frente de ERC, Cayetana Álvarez de Toledo por el PP, Inés Arrimadas por Cs y Meritxell Batet por el PSC, JxCat reabre la batalla interna en la que se ha convertido la confección de cada candidatura, inmersos en la interminable batalla por el poder entre la dirección del PDeCat y los fieles a Carles Puigdemont.

La tarea prioritaria es cerrar el debate abierto por la actual portavoz en el congreso, Laura Borràs, sobre la continuidad de los presos en la candidatura. Si ellos renunciaran, se abriría todavía más una batalla que primero debe saldarse el debate entre cada grupo de poder: el entorno de Puigdemont, que impuso prácticamente toda la lista el pasado abril, por un lado. El PDeCAT que lidera David Bonvehí, por otro.

De momento, los tres candidatos procesados, Jordi Sánchez, Josep Rull y Jordi Turull, han lanzado mensajes en el sentido de que quieren repetir como candidatos, pese a la inminencia de la sentencia. Una voluntad reforzada por el anuncio de que Oriol Junqueras y Raül Romeva -en idéntica situación procesal- repetirán como cabezas de lista al Congreso y al Senado por Esquerra.

Argumentan, además, que aunque el Tribunal Supremo dicte sentencia antes del 10 de noviembre, tal como se espera, la inhabilitación no llega hasta que la sentencia sea firme, y ya han avanzado su más que probable intención de recurrir el fallo del Supremo.

Borràs y los presos

La actual portavoz en Madrid tampoco tiene claro seguir, según algunos medios. Tras abrir el complejo melón de los presos, Borràs explicó que fueron los propios presos los que le expresaron sus dudas en una visita a Lledoners el pasado lunes. Desde el PDeCat se le recrimina además su beligerancia contra los grandes partidos nacionales, incluidos PSOE y Podemos, y su negativa a permitir que el partido participe en comisiones de reforma, convencida de que el independentismo no tiene nada que decir sobre futuras leyes españolas.

Aunque los candidatos más cuestionados en el entorno del partido son el abogado Jaume Alonso Cuevillas y el empresario Jami Matamala, ambos impuestos en las listas del Congreso y el Senado por Carles Puigdemont.

Si el "dedazo" de Puigdemon ya escoció en su momento, cuando impuso a su abogado y a su compañero de fuga en Waterloo para ocupar dos codiciados puestos de salida en las listas de JxCat, donde prácticamente han desaparecido los fieles a la disciplina del PDeCat, la animadversión de los cuadros del partido se ha multiplicado en los últimos meses.

Ambos electos han hecho gala de pisar las Cortes sólo el día en que tomaron posesión de sus credenciales y se constituyeron las cámaras. Cuevillas y Matamala prácticamente no han vuelto a pisar el Congreso y el Senado desde entonces. Eso sí, el abogado dejó huella de su paso por la cámara con un comentario despectivo hacia los camareros del Congreso, que generó múltiples respuestas de rechazo.

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