El presidente de la Generalitat, Quim Torra, ha abandonado este mediodía el gabinete de crisis convocado a primera hora de la mañana en el Palau de la Generalitat para analizar los graves disturbios vividos ayer en Cataluña. Lo ha hecho para unirse a una de las cinco marchas convocadas por la ANC en protesta por la sentencia del procés, que deben converger el viernes en Barcelona.

La reunión, sin embargo, continua en el Palau entre el conseller de Interior, Miquel Buch y la portavoz y consellera de Presidencia Mertixell Budó, motivo por el que Buch ha tenido que suspender "temporalmente" la comparecencia ante los medios de comunicación para dar la primera valoración del gobierno catalán tras los disturbios de ayer.

En el encuentro ha participado también el vicepresidente y líder de ERC, Pere Aragonés, que según algunas fuentes habría pedido la convocatoria de ese gabinete de crisis, tras la indignación que ha causado en ERC las actuaciones de los mossos bajo el mando de Buch. Según fuentes de Interior, Aragonés ha abandonado también el gabinete de crisis, de modo que la reunión sigue ahora entre Budó y Buch.

Peticiones de dimisión

Un encuentro al que originalmente se había convocado a los medios para tomar imágenes, que finalmente no se han permitido. Los gráficos han sido obligados a abandonar el Palau de la Generalitat sin acceder al encuentro entre Torra, Buch, Aragonés y Budó, sobre el que han planeado las peticiones de dimisión del conseller de Interior.

Las juventudes de ERC (JERC) han sido el primer grupo asociado a los partidos que dan apoyo al Govern en pedir abiertamente la dimisión de Buch por las cargas policiales de los dos últimos días. Una petición a la que, de puertas adentro, se habría sumado también una decena de diputados de JxCat, según la agencia ACN.

En respuesta, JxCat ha emitido hoy un comunicado en el que condena los "altercados violentos" de anoche y "traslada todo su apoyo al president Quim Torra, al conseller Miquel Buch y a todo el Govern" ante una situación "de gran complejidad policial, política y social".

La crisis suma presión a un conseller de Interior al que ayer ya pidió la dimisión los comunes de Ada Colau, mientras la CUP exigía su comparecencia en el Parlament y ERC lo criticaba abiertamente en las redes. Todo ello antes de unos disturbios que ayer se ha saldado con un total de 72 agentes heridos, algunos con fracturas y lesiones de distinta consideración -54 mossos y 18 policías-. Entre los manifestantes, la cifra oficial facilitada por el Servicio de Emergencias ha sido de 125 heridos.

En Barcelona, foco de las protestas, se atendió a 74 personas, 8 de las cuales tuvieron que ser llevados a centros hospitalarios y el resto recibieron el alta tras recibir atención sanitaria «in situ».

Tsunami apela a la no violencia

Parlelamente, la plataforma Tsunami Democràtic, convocante del colapso del lunes al Aeropuerto de El Prat, ha reclamado hoy centrar los esfuerzos del movimiento independentista en las marchas convocadas por ANC y en la gran manifestación convocada por el Govern.

Un comunicado en el que han apelado a la "no violencia" como eje de sus acciones, tras los disturbios vividos en Barcelona. "Pese a la brutalidad policial de estos días, por la que exigiremos responsabilidades políticas" advierte la plataforma en sus canales de difusión, "hay que impedir que alguien pueda transformar la acción en actos violentos".

"La no violencia es la herramienta más poderosa que tenemos que tenemos para hacer evidente la demofobia del Estado" añade el comunicado que acaba citando a Gandhi.