Política

"Ha sido el máximo combate en 30 años de Antidisturbios"

Tres agentes de la Unidad de Intervención Policial (UIP) relatan a 'El Independiente' a su regreso a Madrid su dura experiencia en el despliegue extraordinario de Cataluña: "Hay compañeros que comentan que no habían vivido esto ni con los astilleros"

Un policía nacional besa a su hijo a su regreso a Madrid, este martes, tras intervenir en el refuerzo en Cataluña.

Un policía nacional besa a su hijo a su regreso a Madrid, este martes, tras intervenir en el refuerzo en Cataluña. Ignacio Encabo

"Ha sido el máximo combate que hemos podido tener en la historia de las unidades, desde la creación de la UIP [Unidad de Intervención Policial] hace casi 30 años. Ha sido lo máximo", destaca Serrano, jefe del grupo tercero de la primera unidad. "Hay compañeros que comentan que no habían vivido esto ni en [las protestas de] los astilleros", apunta el oficial de policía Linde, con menos años de servicio en los Antidisturbios.

Son de los agentes desplazados a Cataluña para participar en el refuerzo diseñado por el Ministerio del Interior ante los disturbios provocados por los radicales violentos tras dictarse la sentencia del procés. Como otro centenar más de compañeros, han regresado en la tarde de este martes a su base -el complejo de Moratalaz, en Madrid- tras haber sido relevados por otros grupos.

Convocados por los sindicatos SUP, CEP, SPP y UFP, casi un centenar de personas -familiares, policías y ciudadanos anónimos- se ha congregado a las puertas de las citadas dependencias para recibir al convoy formado por 24 furgonetas y agradecer el servicio realizado en Cataluña a los gritos de "¡No estáis solos¡", "UIP", "¡Viva la Policía Nacional!" y "¡Viva España!". En total formaban tres grupos formados por unos cien funcionarios.

Delante de los vehículos, los agentes han formado en el aparcamiento, donde han sido saludados uno a uno por el jefe de la unidad y por una comisaria que ejerce mando en las UIP. Ambos les han agradecido los servicios prestados y los han felicitado "por el trabajo bien realizado".

Regresan con una vivencia que tardarán mucho tiempo en olvidar y con secuelas de la batalla campal registrada en algunos vehículos, como demuestran las bolladuras en la carrocería provocadas por el impacto de objetos contundente y restos de pintura amarilla y azul.

"Hemos tenido situaciones muy difíciles durante toda la semana. La cúspide de la pirámide fue el viernes. Desde la 1 de la tarde hasta las 12 de la noche se vivió una jornada continua de protestas, lanzamiento de objetos, agresión a la fuerza policial… Al final, gracias a la profesionalidad de esta unidad, pudimos solventar y recuperar el orden y la paz pública en la ciudad de Barcelona para todos los ciudadanos", cuenta a El Independiente el inspector jefe Vieco.

Este mando no tiene dudas a la hora de describir el momento más comprometido que ha vivido durante el servicio en la Ciudad Condal: "Fue cuando recibimos la orden de auxiliar a unos compañeros que, después de horas de exposición al lanzamiento de botellas, piedras y bolas de acero, se encontraban ya extenuados y tuvimos que entrar en Plaza de Cataluña para poder auxiliarlos. Se hizo un despliegue operativo en ese punto que salió bastante bien: pudimos auxiliarles y recuperar nuevamente el orden".

Nos sorprendió a todos, no esperábamos que acudiese tanta gente y se secuestrase así el aeropuerto de El Prat", relata un agente

Serrano destaca la profesionalidad demostrada por los agentes, a los que se les ha exigido "el máximo sacrificio" con jornadas "maratonianas" y en las que han estado expuesto a todo tipo de agresiones. "Me han dicho que han tirado hasta una motosierra y que de los violentos salió al parecer un bidón cargado con material inflamable, con una mecha encendida como si fuera de dibujos animados. El bidón rodó hacia los compañeros y al final no explotó", revela.

Este funcionario advierte de que la situación "se puede reactivar" en cualquier momento en función de cómo evolucionen los acontecimientos. "Puede estallar una chispa que dé lugar a que otra vez los más radicales independentistas vuelvan a quemar las calles y tengamos que volver a actuar allí", avisa.

"Ha sido duro pero reconfortante por el trabajo realizado", resume el oficial de policía Linde. Participó la pasada semana en diversos servicios en Barcelona, pero tiene grabada en la retina la muchedumbre que el movimiento secesionista logró reunir el lunes 14 -el día en que el Tribunal Supremo dio a conocer el fallo- en El Prat. "Nos sorprendió a todos, no nos esperábamos que acudiese tanta gente y se secuestrase el aeropuerto de esa manera", confiesa.

"Caras de odio"

El funcionario llama la atención sobre las "caras de odio" que asegura haber visto en la "primera línea" de los violentos en una de las intervenciones realizadas en la barcelonesa Vía Laietana, donde tiene su sede la Jefatura Superior de Policía en Cataluña. "Los más radicales estaban embozados, pero se les veía bastante arriba", describe.

Como ellos, otros grupos de la UIP procedentes de Vigo y Valencia también han regresado este martes a sus bases. A diferencia de lo que ocurrió en el despliegue llevado a cabo en Cataluña con motivo del desafío independentista del 1-O (Operación Copérnico), el Ministerio del Interior quiere oxigenar a las unidades participantes para evitar que los agentes encadenen semanas lejos de sus familias.

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