La CUP se ha sumado a ERC y Bildu, recién estrenada su condición de partido con representación en las Cortes, en su negativa a asistir a la ronda de contactos del Jefe del Estado con los líderes de los partidos para proponer un candidato a la presidencia del Gobierno. Una ronda en la que los antisistema han rechazado participar con una carta que han hecho pública hoy, una vez concluida, en la que anuncian además un acto en Madrid contra la monarquía el próximo miércoles. Mientras TsunamiDemocràtic intenta torpedear en clásico Barça-Madrid en Barcelona, la CUP espera reunir a los "movimientos sociales y las fuerzas de la izquierda" en la capital bajo el lema "El Pueblo quiere ser rey".

Los cuperos rechazan la participación en la ronda de contactos para la investidura asegurando que "tenemos muchas cosas que decirle, pero la investidura es la menos importante" y haciendo honor así a su promesa de ir al Congreso "a bloquear" cualquier iniciativa. Y reproducen una larga lista de reproches a Felipe VI que van desde su antepasado Felipe VI y la guerra de sucesión hasta el Caso Noos o la relación de la monarquía con el franquismo.

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Una lista de reproches que "la mayoría" de los catalanes "le comentaría, si tuviera ocasión" añaden, pero "usted opta por rodearse de aduladores que todo tipo que utilizan su figura como la mascota de un régimen caduco" cuando visita Cataluña. Los antisistema critican así, también, a empresarios, políticos y periodistas "cortesanos, que distan de representar los anhelos de nuestra sociedad, que defiende la libertad de expresión, los valores republicanos y el derecho a la autodeterminación".

La misiva recrimina de nuevo el discurso del 3 de octubre, en el que según los independentistas Felipe VI "avaló la violencia policial" para defender la unidad de España. "En esto", concluyen, "usted y su padre han sido extremadamente fieles al dictador que los restituyó en el trono".

Señala también una supuesta "corrupción crónica" que salpicaría a la familia real, empezando por Juan Carlos I "con una fortuna calculada de cerca de 2.000 millones de dólares, y siguiendo con su vergonzosamente absuelta hermana Cristina". Critican además los vínculos de la monarquía con "las empresas más importantes del Ibex35" o la "participación activa de la Casa Real en los negocios de venta de armas a dictaduras como Arabia Saudí". Unos lazos que a juicio de la CUP ejemplifican la "continuidad de intereses representados por la corrupta dictadura franquista".