El tribunal que ha examinado de ortografía a los opositores que tratan de conseguir una plaza en la Policía Nacional ha calificado como incorrectos dos términos de uso frecuente -'ciberataque' y 'LGTBI'- por no figurar en el diccionario de la Real Academia Española (RAE), lo que ha desatado el malestar de aspirantes y centros de formación.

El pasado 30 de noviembre, los opositores que habían logrado superar previamente la prueba física y el examen de conocimientos -100 preguntas extraídas de 41 temas que había que contestar en 50 minutos- se sometieron a un test para evaluar su capacidad ortográfica, consistente en un cuestionario integrado por 100 términos. Los opositores dispusieron de ocho minutos para responder si estaban bien o mal escritos, restando un acierto cada fallo.

La prueba de ortografía para acceder a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado vuelve a estar envuelta un año más en la polémica, esta vez por la inclusión de dos palabras que forman parte del lenguaje cotidiano para muchos españoles pero que no están incluidos todavía en el diccionario de la RAE.

Los aspirantes de la XXXVI promoción que hayan marcado como correcto el término 'LGTBI' no sólo no han sumado un acierto sino que les han anulado otro de los que hubieran señalado certeramente. El tribunal ha dado por incorrecta la sigla que, desde la década de los 90, se utiliza para referirse a lesbianas, gais, transgéneros o transexuales, bisexuales e intersexuales frente al término genérico 'homosexual'.

El criterio observado por la Policía Nacional es que no forma parte del Diccionario de la Lengua. "Que no figure no quiere decir que no sea correcta", ha respondido la RAE en respuesta a una consulta formulada por una internauta a través de la red social Twitter. "LGTBI es una sigla correctamente formada", ha zanjado.

El tribunal ha actuado de idéntica forma con 'ciberataque', palabra extendida para aludir a los ataques a través de las redes informáticas. No está en el diccionario, pero sí es frecuente su uso por parte de los medios de comunicación y de un amplio sector de la población.

A los ojos de la Policía, es incorrecta. No para la RAE. Tanto ataque cibernético como 'ciberataque' son "posibles y correctas", ha respondido la Academia a un lector. "Pero la más usada es ciberataque", ha añadido.

Éste es el criterio que también mantiene la Fundación del Español Urgente (Fundéu BBVA), institución sin ánimo de lucro que -asesorada por la RAE- promueve desde 2005 el buen uso del español en los medios de comunicación. "Ciberataque, en una sola palabra y sin guion intermedio, es un término bien construido, respetuoso con las normas de la 'Ortografía de la Lengua española', creado a partir del prefijo ciber-, elemento compositivo de numerosas voces relacionadas con la informática y la realidad virtual, como cibercafé, cibercomercio, cibercultura, ciberdinero, ciberespacio, cibertienda, ciberguerra o cibersexo", razona.

Según detallan las bases que regulan la convocatoria para cubrir 2.506 plazas en la categoría de policía (escala básica), los opositores disponían de dos días naturales para impugnar cualquiera de las preguntas formuladas tanto en los cuestionarios de conocimientos como de ortografía. Ese plazo empezaba a contar desde la publicación de los resultados el pasado jueves, habilitando la División de Formación y Perfeccionamiento una dirección de correo electrónica para acelerar el proceso de impugnación.

Como informó El Independiente, la Policía ha fijado finalmente en un 6.20 la nota de corte en el examen ortográfico. Al ser eliminatorio, sólo los opositores que hayan alcanzado al menos esa puntuación podrán presentarse a la tercera prueba: el reconocimiento médico y, en caso de superarlo, la entrevista personal.

Malestar de los opositores con el tribunal al calificar como incorrectas dos palabras de uso común pero no incluidas en el diccionario de la RAE

El hecho de que se haya elevado la nota de corte ha causado un enorme malestar entre muchos aspirantes, dado que las bases se limitan a precisar que la calificación en el test ortográfico sería de 'apto' o 'no apto' y no especifican la puntuación mínima. "Hay opositores que han obtenido un 7 en teoría y un 6 en ortografía y se quedan fuera", señala a este diario una profesora que ha preparado a aspirantes a las oposiciones de la Policía Nacional.

Con diferencia, la nota de corte establecida en la prueba de ortografía en esta convocatoria es la más alta desde las oposiciones desde 2012, cuando se fijó en un 7. Las últimas puntuaciones han sido 2,25 (2013), 1,1 (2014), 4,5 (2015) y 3,7 en 2017, quedando invalidado el examen de 2016.

Contra el acuerdo del tribunal calificador del proceso selectivo de ingreso en la escala básica cabe ahora dirigir recurso de alzada al director general de la Policía Nacional, Francisco Pardo Piqueras, antes de darse por agotada la vía administrativa y acudir a los tribunales de justicia.

En concreto, el cuestionario mediante el que se ha evaluado la capacidad ortográfica de los opositores a policía nacional incluía 59 términos escritos de forma incorrecta. Es el caso de los términos 'alvoroto' (alboroto), 'avorigen' (aborigen), 'berter' (verter), 'extrangular' (estrangular), 'espureo' (espurio), 'agovio' (agobio), 'envalaje' (embalaje), 'hosamenta' (osamenta), 'marjinal' (marginal), 'omónimo' (homónimo), 'ventitrés' (veintitrés) o 'barvecho' (barbecho), entre otros.

También ha habido dudas con otra de las palabras contenidas en el cuestionario -'LLaga'- al escribirse con doble mayúscula, lo que generó dudas entre los opositores.

El examen de la Guardia Civil, más difícil

Los términos por los que se ha preguntado a los aspirantes a policía nacional son más sencillos que los incluidos en uno de los dos cuestionarios con los que el pasado mes de julio se examinó a los opositores a ocupar una de las plazas convocadas por la Guardia Civil. Entonces se incluyeron palabras en desuso y de difícil comprensión, casos de ‘sallal’, ‘casuya’, ‘javaque’, ‘quincaya’, ‘efebo’, ‘halodio’ o herrumbosa’.

En esa convocatoria, más de 10.000 de los 27.000 opositores quedaron excluidos del proceso selectivo por no resultar aptos en el examen ortográfico, lo que arroja una proporción del 43,65 %. Las protestas no han prosperado en la vía administrativa, quedando abierta la posibilidad ahora de que los aspirantes recurran a la jurisdicción contencioso-administrativa.