La investidura de Pedro Sánchez sigue en el aire a diez días de que acabe el año. El PSOE y el Gobierno mantienen la esperanza de celebrarla entre el 27 y el 30 o entre el 2 y el 7 de enero para comenzar el curso político con un nuevo Gobierno.

La celebración del congreso de Esquerra Republicana de Cataluña (ERC) el sábado pasado sin contratiempos y la voluntad expresa de su líder encarcelado, Oriol Junqueras, de mantener las negociaciones dan alas a esa posibilidad. Todo depende del escrito de la Abogacía del Estado sobre la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea que le reconoció inmunidad para recoger su acta como eurodiputado al dirigente independentista condenado por sedición.

Las conversaciones entre los negociadores de PSOE y ERC siguen adelante, aunque desde Moncloa aseguran que no hay nada cerrado todavía. Los socialistas urgen a los separatistas a cerrar cuanto antes el acuerdo, conscientes de que la dilatación del mismo hace que aumenten las presiones en contra de que la gobernabilidad de España dependan de un partido que tiene la audeterminación como meta política.

En ese contexto de tensión, la Mesa del Congreso se reúne este lunes, una jornada que se espera que pueda servir al menos para determinar si la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, descarta finalmente convocar un pleno de investidura antes de que acabe el año.

La primera semana del año es el calendario que maneja la dirección de Esquerra, que aún espera un «gesto» del PSOE que les permita justificar ante sus bases el apoyo a Pedro Sánchez. Para hacerlo resulta determinante la postura que adopte la Abogacía del Estado sobre la inmunidad de Oriol Junqueras. Y en segundo lugar, la definición de esa mesa de diálogo entre Gobierno y Generalitat para hablar del «conflicto político» en Cataluña que los republicanos no quieren encajar en la estructura de la Comisión Bilateral Estado-Generalitat, reconocida por el Estatut pero destinada a negociaciones competenciales.

El PSOE ha aceptado ya esa exigencia y el presidente incluso ha eliminado la palabra 'Constitución' de su discurso para referirse ahora al marco jurídico democrático. Sólo falta que el PSOE acepte por escrito, en el documento que negocian ambos partidos, la creación de esa mesa de negociación bilateral con un calendario de trabajo definido.

Esas cesiones siguen indignando a partidos como el PP, que critica que el presidente del Gobierno en funciones "solo piensa en su silla y le da igual lo que sea con tal de quedarse donde está". Así lo aseguró ayer el portavoz del PP en el Senado, Javier Maroto, durante la comida de Navidad del PP de León.

Maroto denunció que Sánchez quiere hacer "un pacto imposible que va en contra de los intereses de España" y aseguró que la mesa de negociación con ERC sobre el futuro de Cataluña "es totalmente bochornosa e indigna".

El dirigente del PP insistió en que el PP "no puede ofrecerse a facilitar el Gobierno" cuando está al frente del mismo un Pedro Sánchez que resulta "un problema para España y es de poco fiar".

Por su parte, la secretaria general del PSOE andaluz, Susana Díaz, ha salido en defensa de Sánchez, retractándose de la que había su postura sobre Podemos y los independentistas hasta ahora. En una entrevista con Europa Press, Susana Díaz ha resaltado la "generosidad" del presidente del Gobierno en funciones por "dialogar con todo el mundo" en el marco de las negociaciones sobre la investidura.

Tras incidir en que los ciudadanos están "hartos de tanto tacticismo por parte de algunos líderes políticos", la dirigente del PSOE-A ha advertido de que "ya estamos en el dilema de quienes queremos que haya un gobierno y quienes no quieren, y yo quiero un gobierno cuanto antes, que sea progresista, sensible y comprometido".

En este marco, la líder del PSOE-A ha elogiado a Sánchez por "interpretar el momento en el que está el país, que necesita grandes acuerdos y mucha gente sumándose al interés general de España". "No ha cerrado el diálogo a nadie, al contrario, y esto es positivo para el país y generoso por su parte", ha abundado.

En cuanto a las negociaciones con partidos como Bildu o ERC, Susana Díaz ha subrayado que se mantiene en la misma posición de siempre y que está tranquila porque Sánchez, "todo el diálogo, la negociación, el acuerdo o la búsqueda de apoyos para sacar la investidura, lo hace en el marco de la Constitución, con la defensa de la igualdad de España y de todos los españoles".