El Ministerio del Interior amplía las restricciones de acceso a todas las prisiones y tan sólo autorizará las visitas que se realicen en locutorio durante un plazo mínimo de dos semanas en un intento de contener la propagación del coronavirus, causante por el momento de la enfermedad de un preso y de una trabajadora.

En coordinación con el Ministerio de Sanidad, la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias ha acordado este jueves replicar las medidas adoptadas que se aplican desde el martes en las cárceles de Madrid, Ávila, Logroño, Ocaña (Toledo), Burgos y Dueñas (Palencia) al resto de centros, en los que permanecen recluidos unos 50.800 internos. El refuerzo se produce un día después de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declarara que el Covid-19 tiene la consideración de pandemia.

De esta forma, se prohíben las comunicaciones familiares, de convivencia e íntimas (vis a vis) y tan sólo se permitirán las que se desarrollen en locutorios separados por una mampara de cristal, en un intento de aislar al interno del potencial transmisor del virus. Este sistema será el único por el que los reclusos podrán también comunicarse con los letrados y los ministros de culto que los visiten.

Asimismo, se suspenden las autorizaciones de entrada a voluntarios de ONG, entidades colaboradoras y profesionales acreditados, restringiéndose el acceso al personal no penitenciario cuya labor "sea imprescindible". De igual forma, se cancelan las salidas programadas y los traslados intercentros, a excepción de los que obedezcan a "razones excepcionales, sanitarias o judiciales.

Instituciones Penitenciarias ha precisado que entre las nuevas medidas acordadas no se incluye la suspensión de los permisos penitenciarios ni las salidas en aplicación del artículo 100.2 del Reglamento Penitenciario (relativo a los criterios de clasificación), si bien los reclusos que se encuentren en esa situación tendrán que someterse a observación sanitaria "en módulos separados del resto de internos" a su vuelta a la cárcel. Los penados en tercer grado, igualmente, continuarán con su régimen de semilibertad.

Dos casos hasta el momento

Hasta el momento, Interior ha confirmado dos casos positivos en las presiones que gestiona: el de una trabajadora que presta servicio en el centro penitenciario de Aranjuez y el de un interno en Zaballa (Álava). Cuando hay un caso sospechoso, el protocolo obliga a aislar al recluso en una celda individual mientras se da traslado del caso a las autoridades sanitarias para que evalúen el caso y prescriban las medidas.

El departamento que dirige Ángel Luis Ortiz ha anunciado que se está incrementado la dotación de equipos de protección individual en los centros penitenciarios y asegura que éstos ya "cuentan con material para hacer frente a un eventual aumento de los casos".

En concreto, Interior cifra las existencias en 90.000 mascarillas quirúrgicas, casi 13.000 del tipo FFP2, cerca de 2.500 FFP3, más de 2.000 batas resistentes a líquidos y un millar de protecciones oculares, al tiempo que "se está reforzando la instalación de dispensadores de geles hidroalcohólicos en los diferentes departamentos".