El fiscal suizo Yves Bertossa, que tiene abierta desde el verano de 2018 una investigación alrededor de la fortuna atesorada por el Rey emérito, Juan Carlos I, en dos fundaciones offshore titulares de cuentas en los bancos suizos Creditte Suisse y Mirabaud, también rastreó fondos que el ex presidente catalán Jordi Pujol y su familia tenían presuntamente ocultos en el país helvético.

Bertossa, hijo a su vez de un prestigioso fiscal suizo, es un viejo conocido de los jueces instructores de la Audiencia Nacional, trasladan a El Independiente fuentes jurídicas. Fue el receptor de comisiones rogatorias enviadas por el juez José de la Mata en busca del entramado societario de Pujol e hijos con el que presuntamente ocultaron fondos millonarios en el extranjero.

A raíz de tales peticiones de investigación, el titular del Juzgado Central de Instrucción número 5 fue informado por Suiza de que la familia Pujol presuntamente ocultó en dicho país un fondo de inversión con cerca de 18 millones que tuvo como principal beneficiario al primogénito Jordi Pujol Ferrusola y de los que transfirieron al menos 8 millones a Luxemburgo, según informó El Mundo en agosto de 2019.

Las cintas de Corinna

Por esas fechas, Bertossa ya tenía abierta una investigación para saber si, como afirmó la ex pareja sentimental de Juan Carlos I, Corinna Larsen, al comisario en prisión provisional, José Manuel Villarejo, el emérito la utilizó como testaferro para ocultar una presunta comisión millonaria del rey saudí Abdul Aziz Al Saud por mediar en el negocio de la construcción del AVE a La Meca en el que un grupo de empresas españolas, entre ellas OHL fundada por Juan Miguel Villar Mir, resultaron beneficiarias.

El fiscal suizo abrió sus pesquisas tras publicar los diarios El Español y Okdiario la grabación incautada al comisario Villarejo en la que Larsen explicó a éste y al empresario amigo de ambos, Juan Villalonga, que Juan Carlos I le transfirió 65 millones de euros correspondientes a la presunta comisión desde una fundación que había creado con la ayuda del experto en sociedades offshore Arturo Fasana y el abogado Dante Canónica. Una operación que, de ser cierta, podría implicar la comisión de los delitos fiscal y de blanqueo penados con hasta seis años de prisión por los que el padre de Felipe VI podría ser investigado en el Tribunal Supremo si Suiza confirma los hechos con su investigación.

Posible desconfianza por el archivo de De Egea

La Fiscalía Anticorrupción y la Audiencia Nacional solicitaron hace meses a Bertossa los datos de su investigación para ver si procede abrir unas diligencias aquí en España.

Al concluir la pasada semana, éstos aún no habían llegado a España, según pudo saber este diario. Fuentes jurídicas conocedoras de la forma de trabajar de Bertossa y su "fluída" relación de años con la Audiencia Nacional consideran que esta tardanza puede responder a una desconfianza del fiscal suizo porque compartir dicha información perjudique a su trabajo.

En 2018, el anterior instructor de la causa, Diego de Egea, archivó la pieza Carol del caso Villarejo poco después de abrirla a raíz del hallazgo del audio con las confesiones de la ex amante del Rey emérito. Anticorrupción informó a favor del archivo porque consideró que Juan Carlos I era inviolable como jefe de Estado en el momento de los hechos y que no había indicios suficientes para mantener una investigación.

Sin embargo, el contexto ha cambiado. Ahora, al frente de la causa Tándem o Villarejo se encuentra el instructor Manuel García-Castellón y los fiscales Anticorrupción tienen abierta, por su parte, otra investigación por presunto delito de corrupción en las transacciones internacionales por si la adjudicación de la concesión del AVE a La Meca implicó alguna actuación irregular cometida por españoles.