Los reclusos de las cárceles españolas cada vez están más nerviosos. Piden que los funcionarios que trabajan en los centros penitenciarios lleven mascarillas sanitarias y guantes porque temen ser contagiados. Además, por la crisis del coronavirus han cambiado radicalmente sus rutinas: ya no reciben visitas, salvo encuentros tras una mampara y se han suspendido las actividades y talleres colectivos como medida de prevención contra el virus.

En algunas prisiones ya se están dando situaciones críticas. En el centro Antoni Asunción de Picassent (Valencia), el que tiene mayor número de reclusos de España (2.119), los funcionarios denuncian hasta cuatro incidentes en menos de una semana.

Una reclusa empujó a una funcionaria y golpeó a otra con un palo, que requirió atención médica

"Los internos están nerviosos y cada vez resulta más difícil controlarlos", afirma Jorge Vilas, portavoz de CSIF prisiones y funcionario en Picassent. El representante sindical repasa lo sucedido: "La mañana de este lunes, una reclusa del módulo 20 de mujeres empujó a una funcionaria y golpeó a otra con un palo, que requirió atención médica. Un día antes hubo una reyerta entre presos del módulo 2 y uno de ellos acabó con un corte en la cara. El miércoles de la semana pasada cuatro presos golpearon las puertas de sus celdas individuales llamando al resto al motín".

"Está habiendo problemas en toda la Comunidad Valenciana. En la cárcel de Alicante hubo presos que hicieron un plante, se negaron a obedecer a los funcionarios, y en Castellón quemaron y rompieron material inmobiliario. También se han dado otras agresiones entre ellos", afirma Vilas.

Entre 15 y 20 funcionarios en cuarentena

En la cárcel de Picassent trabajan 900 funcionarios y entre 15 y 20 de ellos están ya en cuarentena porque han tenido contacto con un positivo fuera. Vilas denuncia que no se les ha hecho la prueba del Covid-19. "Si se les hiciera y dieran negativo, podrían volver a sus puestos de trabajo. Pero en esta situación, los reclusos cada vez están más tensos por si les contagiamos", asegura.

"Se reclamó material de protección a Interior pero llegaron tarde a abordar la crisis y ahora hay otros sectores que son más urgentes. Lo entendemos, pero nosotros también somos trabajadores especialmente sensibles y necesitamos esa protección para mantener las cárceles sin contagios", explica el representante de CSIF.

Los funcionarios, además, deben entrar en contacto diario con los proveedores que llevan a los centros alimentos, ropa y otras necesidades. "En su mayoría llevan equipos de protección, pero pueden darse contagios", aclara Vilas.

Primera presa fallecida

Instituciones Penitenciarias informó este martes del primer fallecimiento por coronavirus en una prisión. Se trató de una mujer de 78 años, con patologías previas, presa en la cárcel de Estremera (Madrid), donde también hay otros dos reclusos infectados por coronavirus, según informó Efe.

Otro preso de la cárcel de Zaballa (Álava) que fue hospitalizado por el virus antes de que se decretara el estado de alarma ya ha sido dado de alta siendo, de momento, el cuarto recluso infectado de una población de 50.800. Hasta 38 funcionarios de prisiones de toda España han dado positivo en las pruebas del Covid-19.