El coronavirus está reforzando a la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y su gobierno de coalición con el PSC al frente del Ayuntamiento. Así lo muestra, al menos, la encuesta municipal hecha pública este lunes, que el Consistorio repetirá con carácter semanal, sobre la crisis sanitaria en la capital catalana. Un sondeo que muestra que los barceloneses aprueban por amplia mayoría a su ayuntamiento y que éste es la administración mejor valorada en la gestión de esta crisis. Aunque los vecinos de Barcelona también aprueban mayoritariamente la gestión de la Generalitat y el Gobierno.

Así, solo el 15% de los barceloneses cuestiona la gestión del Ayuntamiento en esta crisis, frente a un 58% que considera buena o muy buena la labor del gobierno municipal. Una aprobación similar a la obtenida por la Generalitat, cuya gestión ha sido buena para el 56% de los consultados, frente a un 23% que la considera mala o muy mala.

Ese porcentaje crece hasta el 44% cuando hablamos del Gobierno, la administración peor valorada por los barceloneses. Aún así, el Ejecutivo de Pedro Sánchez consigue aprobar, con un 40% de los consultados que considera buena su gestión, y un 11,6% que la tacha de "normal" o "regular". Todo ello pese a que Barcelona es, tras de Madrid, una de las ciudades más golpeada por el coronavirus.

Colau rentabiliza así una gestión marcada por el enfrentamiento con la Generalitat en la gestión de las residencias. La alcaldesa exigió el pasado miércoles al Govern que diera la orden "hoy mismo" para trasladar a ancianos de residencias catalanas tras registrarse un total de 1.123 muertes con coronavirus y 1.906 casos positivos en estos centros desde el 15 de marzo. "En Barcelona hace días que tenemos espacios preparados para que se hagan traslados masivos de residentes con síntomas", alertó en Twitter.

Residencias y becas comedor

Era el colofón a días exigiendo al Govern que actuara, ante el caos vivido en algunas residencias de la capital catalana, bajo responsabilidad del Departamento de Afers Socials de la Generalitat. “La Generalitat cifra en 129 los casos de Covid-19 en las residencias de Barcelona y eso se corresponde a un cálculo de un 30% de las 11.000 personas que viven en ellas. Pero nosotros lo que vemos, con las llamadas e información que tenemos de los 260 centros, y con algunos primeros contrastes con las funerarias, es que esos datos se quedan cortos y que la realidad apunta a que un 70% de las residencias tienen como mínimo un caso positivo”, advirtió Colau cuatro días antes, en su enésimo llamamiento a la Generalitat para que actuara.

La alcaldesa ya se convirtió en la primera voz crítica con el Govern en el inicio de la crisis, cuando lideró a los alcaldes metropolitanos en la exigencia para que el Govern agilizara la gestión de las becas comedor para niños de familias vulnerables tras el cierre de los colegios. Tras ese primer choque, el gobierno local de Barcelona volvió a descolgarse del discurso oficial catalán implicando al Ejército en la preparación de un pabellón asistencial en la Fira de Barcelona.

El Ayuntamiento ha sido clave también para acelerar la puesta en marcha de los cuatro hospitales de campaña en pabellones deportivos que están funcionando como extensiones de los cuatro grandes hospitales catalanes. Unos espacios que, excepto el del Clínico, han llegado mucho antes que el abierto exclusivamente por la Generalitat en la Fira de Hospitalet de Llobregat.

La economía, primera preocupación

Destaca además la preocupación de los barceloneses por la economía, situada como principal problema a resolver -al margen de la asistencia a los enfermos-. La economía, cuando enfilamos la sexta semana de confinamiento y de parón de sectores vitales de la ciudad como el turismo, el ocio, la restauración y el comercio, es el principal problema para el 32% de los consultados, por delante del cumplimiento de las medidas de confinamiento, mejorar el sistema sanitario o la búsqueda de una cura para el Covid-19.

La mayoría de los consultados (53%) asegura que el confinamiento está siendo "poco o nada duro" aunque el 86% considera muy preocupante esta crisis. Una adaptación al confinamiento que probablemente se explique porque el 95% tiene acceso a internet, el 94% tiene contacto regular con algún familiar y el 88% buena relación con sus vecinos.

Son los resultados más destacados de una encuesta elaborada en la capital catalana entre el 6 y el 16 de abril a 1.500 personas, que se repetirá semanalmente para obtener una imagen de la incidencia de la crisis sanitaria en la ciudad, explicó este lunes el Consistorio.