Cayetana Álvarez de Toledo
Tras el debate de seis horas sobre la prórroga el estado de alarma, ha seguido la sesión de control, en la que la portavoz del Grupo Popular, Cayetana Álvarez de Toledo, ha interpelado a la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, sobre si condena los escraches. La vicepresidenta se ha quejado del cambio de sentido de la pregunta, que versaba sobre el respeto actual a los derechos fundamentales, a lo que ha replicado que "vivimos una situación plenamente constitucional y democrática. La prueba evidente es que usted está ahí y yo aquí, en mi deber de escucharla y contestarla".
Álvarez de Toledo le ha reprochado que "no condena los escraches porque su vecino de escaño -en alusión a Pablo Iglesias- los ha alentado contra otros líderes políticos" cuando los llamaba "jarabe democrático", en alusión al acoso que sufrieron en sus viviendas no pocos dirigentes del PP en 2013, como la ex vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría.
La ministra de Igualdad, Irene Montero, ha proseguido la portavoz parlamentaria, "fue más ingeniosa al decir que era una manera de interpelar (a los políticos del PP) para que hablen con nosotros", aunque ahora tienen "blindaje policial", en referencia a la decisión de Interior de impedir el acceso de los viandantes a la calle del municipio de Galapagar (Madrid) donde vive la pareja gubernamental. En definitiva, ha agregado la popular, "sucio matonismo gubernamental" a pesar de la actual jefa de gabinete de Calvo, la magistrada Isabel Valldecabres , concluyó en 2014 que los escraches eran legales.
Álvarez de Toledo, que ha vivido situaciones de acoso en las campaña electorales como candidata por Barcelona, ha subrayado que "no soy cómplice de los que hostigan y usted sí. Y los siguen alentando, llamando a los ciudadanos que protestan contra sus mentiras, pijos, fachas, cayetanos... de su gestión está todo dicho, Nueva York, Pekín, Teherán, Madrid... la hemeroteca es una agenda oculta", ha concluido en alusión al hecho de que Calvo intuyera una especie de casuística espacial en el hecho de que esas ciudades, que comparten una línea "casi recta" en el plano, hayan sido las más afectadas pro la pandemia.
La vicepresidenta primera ha replicado que en democracia "todas la libertades tienen límites y con lo que ustedes jalean, con eso que provocan cada tarde, ponen en riesgo lo que tanto trabajo nos cuesta a los demás", en alusión al evidente riesgo de contagio por coronavirus que todavía existe.
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