No hay tiempo que perder. El presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, y su número dos, Kamala Harris, anuncian este lunes la creación de un comité de expertos, compuesto por 13 científicos, con los que van a trabajar durante la transición para luchar contra la propagación del coronavirus y por contener la crisis sanitaria, económica y medioambiental que ha provocado.

En un comunicado, Biden ha confirmado que "tratar con la pandemia del coronavirus es una de las más importantes batallas que ha de acometer nuestra administración, y buscaré la asesoría de científicos y expertos", en referencia, a académicos conocedores de la salud pública. También ha dado un briefing, en el que ha remarcado la necesidad de llevar mascarilla.

"No importa por quién hayas votado. No importa tu opinión. Aquí lo que importan son las vidas de los americanos. Vamos a salvar vidas. La mascarilla no es una declaración política", ha dicho.

Biden y Harris ya tienen un twitter conjunto @Transition46. También han creado una página web (www.buildbacktogether.com), donde informan, en inglés y español, sobre sus prioridades y planes. "No vamos a reconstruir simplemente lo que ha funcionado en el pasado. Esta es nuestra oportunidad de reconstruir mejor que nunca", señalan al presentar sus prioridades: covid-19, recuperación económica, equidad racial y cambio climático.

A cargo de la task force de combate contra el coronavirus estarán el doctor Vivek Murthy, quien ya trabajó en la Administración Obama; David Kessler, que estuvo a cargo de la Agencia de Alimentación y Medicamentos con George Bush y Bill Clinton; y la doctora Marcella Nuñez-Smith, catedrática de Salud Pública en la Universidad de Yale.

En el equipo de expertos están también el doctor Rick Bright, quien fuera presidente de Agencia Federal de Investigación Médica pero que fue destituido por sus críticas a la gestión de la pandemia por parte de la Administración Trump. También forma parte del comité el doctor Zeke Emanuel, un oncólogo experto en política sanitaria de la Universidad de Pensilvania, y hermano de Rahm Emanuel, uno de los principales asesores de Barack Obama. Zeke Emanuel ha defendido políticas más agresivas para contener el virus. En total son 13 miembros.

El nuevo coronavirus o Covid-19 ya se ha cobrado la vida de más de 237.600 personas. Es el país del mundo con más número de casos, cerca de 10 millones, y más muertos, según la Universidad Johns Hopkins. El presidente saliente, Donald Trump, quitó importancia a la enfermedad y solía mostrarse en público sin mascarilla, incluso después de haber sido hospitalizado por padecerla.

Trump trató de que fueran los estados los que llevaran el peso de la lucha contra la pandemia, y desprestigió a los científicos, hasta el punto de que llegó a anunciar en un mitin que iba a desentenderse del doctor Anthony Fauci, el virólogo-en-jefe de la Casa Blanca.

Por el contrario, Joe Biden siempre lleva mascarilla y ha anunciado que será obligatoria. También ha asegurado que se harán test a toda la población. Ha saludado con optimismo los buenos resultados de la vacuna de Pfizer.

Transición con obstáculos

Joe Biden y Kamala Harris no asumen sus cargos hasta el 20 de enero. Durante estos dos largos meses se suele organizar la transición con equipos conjuntos de la Administración saliente y entrante.

El problema de momento es que Donald Trump se niega a aceptar el resultado, si bien cada vez son más los republicanos y miembros de su equipo que le aconsejan que acepte la derrota. Su yerno Jared Kushner, marido de su hija Ivanka, le habría recomendado tirar la toalla.

El ex presidente George Bush felicitó por teléfono a Joe Biden, y el senador Mitt Romney también reconoció su victoria y aconsejó a Trump que facilitara la transición. Romney tuvo que aceptar el triunfo de Obama en 2012. Quien sí le anima a que siga por la vía de la batalla legal es el senador Lindsay Graham, quien ha aportado medio millón de dólares al fondo de Trump para este fin. Habrá que esperar hasta el 8 de diciembre cuando los estados presentan los resultados de forma oficial.

La tradición es que el perdedor haga un concession speech en el que reconoce al ganador y asume su derrota. Así lo hizo la demócrata Hillary Clinton hace cuatro años cuando perdió por 77.000 votos en tres estados (Michigan, Wisconsin, y Pensilvania). Sacó una ventaja de tres millones de votos a Trump, pero fue Trump quien logró superar la barrera de los 270 votos electorales.

Uno de las intervenciones más memorables estos días es la que hizo el senador John McCain cuando perdió en 2008 frente a Barack Obama, que llevaba a Joe Biden en su fórmula electoral como vicepresidente. McCain reconoció los méritos de Obama y, a la vez que reconocía sus diferencias, se puso a su disposición para ayudarle en su misión.

Aunque Trump no realizase este discurso, el proceso sigue su curso. No es necesario que lo haga para que Biden asuma como presidente electo el 20 de enero de 2021. Los procesos legales que ha empezado a poner en marcha Trump y su equipo no tienen fundamentos para que tengan éxito, según los medios estadounidenses.

También suelen reunirse el presidente saliente y el entrante. Así lo hizo Barack Obama con Donald Trump en 2016, diez días después de la victoria del magnate neoyorquino frente a la ex secretaria de Estado Hillary Clinton. Fue justo hace cuatro años cuando ganó Donald Trump contra pronóstico contra Hillary Clinton. La jornada electoral fue el 8 de noviembre y se conoció el resultado en la madrugada del 9 de noviembre, hora de Washington.

La agenda Biden

Los demócratas ya están manos a la obra porque la crisis sanitaria y económica así lo requiere. El desafío económico es tan urgente como el sanitario: Biden prometió un plan de estímulo y ayudas a los desempleados. El plan es ampliar en 600 millones de dólares la ayuda a quienes se hayan quedado en paro, en una primera ronda, y luego dedicar otros 1.200 millones en pagos directos. El propósito es elevar también el salario mínimo a 15 dólares la hora.

La Agenda Biden para los primeros 100 días se focaliza en el coronavirus, el plan de estímulo económico, las reformas en sanidad, inversión en infraestructuras y cambio climático. Joe Biden ha anunciado que Estados Unidos volverá al Acuerdo de París sobre cambio climático.

Trump se descolgó de este pacto internacional, como también se retiró del Tratado Nuclear con Irán, o incluso dejó de aportar fondos a la OMS en plena pandemia. Biden va a volver a contribuir a la Organización Mundial de la Salud.

Como acciones ejecutivas inmediatas Biden plantea revertir los planes de Trump de poner fin al programa DACA, dirigido a los dreamers, los hijos de inmigrantes que llegaron a EEUU siendo niños. También suspenderá el plan para extender el muro con México, y terminará la política de separación de familias al tiempo que trabajará por unir a los más de 500 niños ya separados de sus progenitores.

Biden y Harris tendrán que contar con los republicanos porque, aunque los demócratas tienen mayoría en la Cámara de Representantes, en el Senado, en el mejor de los casos, si ganan los dos puestos en liza en Georgia el 5 de enero, habría un empate a 50 y la vicepresidenta tendría el voto de calidad. Pero gran parte de las leyes y nombramientos necesitan 60 apoyos de los 100 senadores.

Será muy necesaria la experiencia de Joe Biden, cuya trayectoria se asocia siempre a la búsqueda de consensos con los republicanos. Biden ganó por primera vez su escaño por Delaware en 1972. Era entonces una de las promesas emergentes de los republicanos y parecía destinado de inmediato a la Presidencia. Hubo de esperar hasta 2020. Asumirá como presidente con 78 años.