"Y ahora me cuesta imaginar / Mis alas en otro lugar / Hay mil planetas detrás del ventanal para mí / Y ahora voy directo al sol", dice el primer single de Juanjo Bona, Lo que no ves de mí, lanzado de la mano de Universal. Además de ser una carta de presentación de lo que está por venir tras el paso del maño por Operación Triunfo, la canción culmina una demostración para sí mismo de que es mucho más capaz de mucho más de lo que creía hasta hace poco.

"Sabía componer, pero me faltaba ser consciente de ello. Es el momento perfecto para contar mis historias, y hacerlo cantando es lo que más me gusta. Ha sido duro, había que quitar muchas capas y barreras que me puse durante muchos años", cuenta a El Independiente desde el Hotel Umusic de Madrid.

Es ahora cuando ha aprendido a "contar cantando", mientras que hasta la fecha se había subido a infinidad de escenarios para interpretar canciones muy distintas con orquestas, pero sin reparar en la "importancia de las letras". En la academia, su cabeza "hizo clic", se le "abrió un mundo" en ese sentido y entendió que se pueden conectar historias con canciones.

Esa seguridad en sí mismo fue también visible en su propia imagen, una evolución paralela a su romance con Martin Urrutia, también concursante de Operación triunfo: "Martin me ha enseñado a ver las cosas de otra forma, a que me dé más igual todo, a ser mucho más libre y más yo que nunca. Me ha hecho mucho más feliz, desde luego. Antes de entrar a OT era un poco gato, el amor me ha hecho más sensible", declara.

Además de para creer en él, el programa le sirvió como plataforma para divulgar una de sus grandes pasiones, la jota aragonesa, género del que se le puede considerar todo un prescriptor, sobre todo entre los jóvenes. Pero el zaragozano ya hizo esto en otro programa de televisión: Jotalent, un concurso disponible en Aragón TV.

El cantante avanza que fusionará la jota con otras músicas en sus próximas canciones, pero en Lo que no ves de mí también hay un guiño a su tierra, al incluir la palabra zagal, una algo que ha "escuchado desde siempre".

Con la exaltación de la música regional, sigue la línea de otros artistas a los que admira, como Rodrigo Cuevas o Rozalén, cuya senda le gustaría seguir. "El folclore es lo más único que tengo. Para mí, ver a los fans en una firma de discos cantar La Magallonera, que es una jota de mi pueblo [Magallón], a mis compañeros de OT aprendiéndose jotas o a Amaia incluyéndolas en su repertorio es increíble".

Los consejos de Amaia Romero

Precisamente estos días ha compartido varios momentos con la ganadora de OT 2017: "Ha sido como quedar con una amiga de toda la vida, es muy fuerte saber que nos ha estado viendo. Nos ha aconsejado que respiremos, que no queramos hacerlo todo a la vez, que tengamos los pies en la tierra y nos rodeemos de nuestra gente... y que lo que tenga que ser será. Es el ejemplo de que se puede hacer lo que se quiera, sin prisa y con calidad 10. Es mi referente absoluto".

Otros de sus referentes con los que le gustaría cantar son "Luis Miguel, Pablo López, David Bisbal y Pablo Alborán". Y, respecto a su escenario soñado, no duda al afirmar que son la Plaza del Pilar o el estadio La Romareda de Zaragoza, donde hizo hace unas semanas el saque de honor junto a Naiara, ganadora del primer Operación triunfo de Prime Video.

También reconoce que le encantaría un Wizink en solitario, algo con lo que fantaseaba cada vez que paseaba por la zona mientras estudiaba Ingeniería Naval y Oceánica y vivía en un colegio mayor.

Ahora, el artista permanece en Magallón, pero con la intención de instalarse definitivamente en Madrid en cuando tenga la oportunidad, como ya han hecho otros compañeros de concurso, un objetivo que tilda de "complicadísimo" y "carísimo".

Además de unas canciones que no para de escribir, de acostumbrarse a ser un personaje público y de la futura gira que hará con sus compañeros en verano; otros de los proyectos para Juanjo es su participación en el himno español de las Olimpiadas 2024, que se celebrarán en París; junto a Paul, Naiara, Lucas, Ruslana y Martin.

Los primeros días fuera de la academia fueron muy duros

juanjo bona

"Lo hemos grabado ya. Fue genial reencontrarnos y ver cómo quedaba con las seis voces, también estuvimos improvisando. Estuvimos en el Centro de Alto Rendimiento y fue una experiencia increíble. Jamás lo habría imaginado, mi cabeza no lo procesa. Soy afortunadísimo, no sé cómo dar las gracias. A veces me tiraría encima de la gente para agradecérselo, pero no puedo", dice, entre risas.

Todos estos proyectos ayudaron a un Juanjo que se sintió muy triste al acabar su experiencia en Operación triunfo hace poco más de un mes: "Los primeros días fueron muy duros, echaba de menos a los profesores y era raro pensar que no podía volver. Pero fueron llegando trabajos y se me fue quitando la pena".

Juanjo, en los Premios Ídolo. EFE/Kiko Huesca

Y, ¿Qué esperar de esta nueva etapa? Mientras lucha por encontrar su identidad "al 100%" y se "quita las capas" que le quedan; Juanjo Bona nos adelanta que es poco probable que le veamos hacer "géneros urbanos extremos" o "rap" y tiene claro que su fuerte es la voz, por lo que será lo que vertebre sus próximos lanzamientos. Empieza así la carrera de un joven que, con tan solo cuatro años, comenzó a tocar el clarinete. "Siempre he estado ligado a la música, estuve en el coro infantil, en varias bandas del pueblo y luego llegaron las jotas, la guitarra, el teatro... siempre he sabido que la música era lo mío, creo que nací para esto, aún habiendo apostado por ingeniería. La vida me ha puesto aquí para esto", sentencia.

Decide terminar la entrevista con un mensaje para sus seguidores: "Me cuesta creer que seamos referentes. Somos conscientes de que al final esto es un búnker y ahora bajará, se asentará todo y cada uno se quedará con su público más fiel. Me encantaría seguir con con la gente que nos apoya ahora, son maravillosos. Ojalá compartir mi música y mi vida con ellos mucho más tiempo", concluye.