El expediente que abrió la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) a Atresmedia y Mediaset en febrero de 2018 quema sus últimas etapas dentro del organismo, a la espera de una resolución que previsiblemente se hará oficial la próxima semana –podría retrasarse- y que incluirá una multa de más de 80 millones de euros para estas empresas. Dentro del regulador, sin embargo, el texto ha generado dudas en algunos consejeros. Básicamente, porque incluye una serie de restricciones para los dos grandes grupos de televisión privada españoles que consideran excesivas.

El expediente se encuentra sito en la Sala de Supervisión, en la que sus cinco consejeros tratan de aprobar por unanimidad un ‘informe cruzado’ que analice los efectos sobre el mercado televisivo –regulado- de la propuesta de resolución, que ha elaborado –y aprobará- la Sala de Competencia, presidida por José María Marín Quemada.

Uno de los puntos que incluye el borrador de resolución tiene que ver con las restricciones que pretende establecer la CNMC en la relación entre Atresmedia y Mediaset; y las centrales de medios.

Estas agencias ejercen de intermediarias en el mercado y cobran una bonificación (extraprima) por ‘colocar’ anuncios en los espacios publicitarios de las cadenas de televisión. Atresmedia y Mediaset ofrecen actualmente mejores condiciones a estas empresas cuanto más elevado sea el importe de los contratos, algo que la CNMC quiere restringir, al creer que afecta al resto de los competidores de este mercado.

Competencia considera probado que Atresmedia y Mediaset limitaban el margen de maniobra de las centrales de medios, al impulsarles a comprometer con ellas un porcentaje de su inversión publicitaria anual para acceder descuentos. Fuentes de las televisiones consideran que estas ofertas son normales en el mercado, tanto en el audiovisual como el de otros sectores, de ahí que rechacen la acusación de que vulneran la Ley de Defensa de la Competencia.

Según adelantó el diario Cinco Días, la autoridad de Competencia también pretende vigilar los contratos publicitarios que rubriquen Atresmedia y Mediaset con los anunciantes y las centrales de medios para controlar que no perjudiquen a los pequeños operadores del mercado.

La autoridad de Competencia también pretende vigilar los contratos publicitarios que rubriquen Atresmedia y Mediaset con los anunciantes y las centrales de medios.

La idea es que conserven y aporten documentación al regulador para que pueda evaluar de forma periódica los efectos sobre el mercado de sus ofertas. Dentro de la CNMC, hay consejeros que consideran que este punto es excesivo, ya que estas empresas ya asumieron condiciones y compromisos en el momento en el que se produjeron las fusiones entre Telecinco y Cuatro; y Antena 3 y La Sexta.

Pauta única

Otra de las restricciones que ha sido objeto de debate durante los últimos días es la relativa a la pauta única. En principio, la intención de Competencia era la de prohibir esta práctica, consistente en programar los mismos cortes de publicidad –y vender paquetes conjuntos a los anunciantes- en varios de sus canales a la vez, tal y como contó este periódico.

Sin embargo, las dos salas del regulador han debatido sobre la posibilidad de eliminar esta restricción del borrador de la resolución, dado que ni la ley la prohíbe, ni está demostrado que perjudique a los pequeños competidores.

Desde las televisiones privadas, han dejado claro que recurrirán la decisión de la CNMC ante los tribunales, al considerar que el expediente no se sostiene. Principalmente, porque no prueba la existencia de acuerdos de precios entre Atresmedia y Mediaset, que, por otra parte, no tienen la condición de operadores dominantes.

A su juicio, lo idóneo hubiera sido que Competencia hubiera aceptado una terminación convencional del expediente, que negociaron el pasado enero, y por la cual hubieran asumido una serie de condiciones en la comercialización de la publicidad a cambio de evitar la multa.