La catedral de Notre-Dame, icono de Europa y exponente máximo del arte gótico, fue el lunes pasto de las llamas. Un devastador incendio acabó con la mayor parte de su estructura y ha sumido París en una tristeza desoladora.

La catedral de Nuestra Señora, de una belleza excepcional, ha sido objeto de varias restauraciones, la más reciente en el siglo XIX, y ahora estaban en curso obras de rehabilitación, que parece que están en el origen de esta desgracia. Unos 100 millones de euros se iban a dedicar a estas tareas, que venían condicionadas por las humedades.La estructura se ha salvado, así como las torres, y gran parte de las obras de arte que había en su interior, aunque se han quemado dos terceras partes del techo.

Con Francia aún conmocionada por la catástrofe, las mayores fortunas del país ya han asegurado que se rascarán el bolsillo para devolver el esplendor a Notre-Dame. Entretanto, los muros de la catedral lucen tristemente los andamios que la mantienen erguida.