La vicepresidenta Cuarta del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, ha enviado una carta a la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP)  una propuesta con una serie de medidas para favorecer el uso de la bicicleta en las ciudades, principalmente en las de más de 5.000 habitantes, en el contexto de la desescalada.

Entre las propuestas se adelanta que la Dirección General de Tráfico está trabajando en la “prohibición de circular a más de 30 km/h en vías de un solo carril por sentido”, una medida que ya estaba sobre la mesa antes de la crisis de coronavirus y que muchos municipios ya han implementado, Madrid lo hace en parte de sus calles. Este tipo de vías son cerca del 80% de las vías de las ciudades.

Ribera solicita a la FEMP que los municipios adopten medidas de impulso a la bicicleta en la desescalada de la crisis sanitaria. Según al información remitida por su ministerio “la bicicleta constituye una alternativa de movilidad limpia que puede ayudar a descongestionar el transporte público y facilitar el distanciamiento interpersonal”.

Según la en Ministerio la vicepresidenta ha hecho alusión en su carta” a los estudios científicos que asocian la contaminación atmosférica a un mayor impacto del COVID-19. Ha recordado que en las circunstancias actuales estamos viendo cómo las obligadas restricciones en materia de movilidad han mejorado sustancialmente la calidad del aire en España”.

El Gobierno, sigue el comunicado, “considera que las expectativas de salida de la crisis sanitaria ofrecen una oportunidad para impulsar un cambio en las pautas de movilidad en los núcleos urbanos que haga posible un aire más limpio y mejores condiciones de vida para los ciudadanos”.

Propuestas del Ministerio

Estas son las propuestas que la vicepresidenta ha trasladado a la FEMP como posibles posibles medidas para favorecer el uso de la bicicleta en las ciudades, principalmente en las de más de 5.000 habitantes, en el contexto de la desescalada:

• Impulsar la apertura de los servicios de bicicleta compartida pública, con las garantías y cautelas necesarias para evitar contagios.

• Implantar infraestructuras provisionales de bajo coste para la ampliación de zonas peatonales y ciclistas, que pueden incluir, por ejemplo, la reserva del carril derecho en grandes arterias para la bicicleta o la reducción de la velocidad en ciudad (prohibición de circular a más de 30 km/h en vías de un solo carril por sentido), medida en la que ya está trabajando la Dirección General de Tráfico.

• Establecer corredores en zonas periurbanas que comuniquen polígonos, municipios vecinos o campus universitarios con los centros de las ciudades.

• Identificar la bicicleta como vehículo autorizado para el desplazamiento en las actividades y excepciones permitidas, considerando la bicicleta como medio de transporte y no como herramienta de ocio, evitando así potenciales malentendidos.

• Facilitar y reforzar la intermodalidad con modos de transporte colectivos (Metro y Cercanías), reduciendo en la medida de lo posible las restricciones a subir la bicicleta en los mismos y facilitando la integración tarifaria de los sistemas de préstamo de bicis con títulos de transporte colectivo.

• Promover aparcamientos seguros para bicicletas en centros de trabajo, estaciones de autobuses y de cercanías y puntos estratégicos.

• Campañas de difusión para dar visibilidad de la bicicleta como medio de transporte autorizado y recomendado y para difundir buenas prácticas para uso seguro de la bicicleta, con el objetivo de reducir el riesgo de contagios, y elaboración de guías locales con las normas municipales para desplazarse en bicicleta.