En el año 1977, de la mano de Roy Raymond, se fundaba la empresa estadounidense VS, ofreciendo un catálogo popular de lencería y otros productos de belleza femenina, llevado a su máximo esplendor en un desfile de moda anual, Victoria’s Secret Fashion Show, protagonizado por supermodelos denominadas “ángeles”.

Desde la marca buscaron el crear una idea de mujer “sexy” y “femenina” y lo consiguieron durante años, siendo aceptado principalmente desde una mirada masculina. Pero este concepto, tarde o temprano tenía fecha de caducidad, y ha quedado demostrado que faltaba mostrar a las mujeres reales; con el tiempo las consumidoras se han dejado ver reflejadas en la entidad.

“Patriarcal, sexista, viendo no solo lo que significa ser sexy, sino lo que la ropa intenta lograr a través de una lente masculina y a través de lo que los hombres desean"

MEGAN RAPINOE

Y es que, hace tiempo que se venía augurando el fin de la firma de lencería más famosa del mundo. La cancelación de su reputado desfile en el año 2019 auguraba la desaparición de ese prototipo “ideal” de mujer: marcada, extremadamente delgada, sonrisa perfecta y piernas kilométricas. La futbolista estadounidense Megan Rapinoe, ya lo advirtió en una entrevista para New York Times, haciendo referencia a lo pernicioso del discurso que veían las propias mujeres: “Patriarcal, sexista, viendo no solo lo que significa ser sexy, sino lo que la ropa intenta lograr a través de una lente masculina y a través de lo que los hombres desean. Y eso se comercializa mucho hacia las mujeres más jóvenes. Ese mensaje es realmente dañino”.

La relación de su propietario con el delincuente sexual Jeffrey Epstein, defender figuras femeninas utópicas, reflejar la imagen sexualizada de la mujer; son algunos de los motivos por los que Victoria's Secret ha ido cavando su propia tumba. A todos estos factores, hay que añadirle la gran pérdida económica sufrida: un 50% menos en su facturación y una bajadaa de audiencia considerable en su último desfile.

Pero se dice que nunca es tarde si la dicha es buena. El cambio lo protagonizan siete mujeres famosas, que pasan a formar parte de la imagen de la marca representando sus logros y no sus físicos: la futbolista y activista LGBTQIA+ Megan Rapinoe; la modelo transgénero, actriz y activista LGBTQIA+ Valentina Sampaio; la periodista, fotógrafa, fundadora del proyecto Girl Gaze y defensora de la igualdad Amanda de Cadenet; la actriz, productora y empresaria Priyanka Chopra; la esquiadora y campeona mundial de estilo libre, defensora del deporte juvenil y femenino y modelo Eileen Gu; la modelo, refugiada y defensora de la salud mental Adut Akech; y la modelo y defensora de la diversidad Paloma Elesser. Una generación de mujeres totalmente diferente a lo visto con anterioridad, para abanderar la nueva plataforma de la marca: The VS Collective.

Nace una nueva época en la firma de lencería, con el principal objetivo de recuperar el estatus de años anteriores y evitar la desaparición total. Porque los “ángeles” que conocíamos hasta ahora, han tenido que colgar sus alas dejando atrás un discurso más que desfasado. ¿Conseguirá Victoria's Secret convencer y conquistar a los consumidores? ¿Y los posibles inversores, se creerán el cambio de la marca y su nuevo concepto?