La Dirección General de Tráfico (DGT) advierte que la acción de conducir con una sola mano en el volante tendrá un alto costo en términos de seguridad y legalidad.

Aunque esta advertencia es conocida y comprendida por muchos conductores, es común olvidarla, confiarse o subestimarla con la creencia de que no serán sorprendidos.

Sin embargo, las autoridades sí atrapan a quienes infringen estas normativas. Conducir no es momento para relajarse, ni para usar el teléfono, conducir con una sola mano, comer o adoptar una postura inapropiada. La Guardia Civil de Tráfico se encarga de vigilar y sancionar estas conductas temerarias.

Multas de la DGT por conducir con una mano

La DGT plantea preguntas inquietantes sobre las posibles consecuencias de este comportamiento imprudente en caso de un imprevisto en la carretera como qué si un conductor sería capaz el conductor distraído de reaccionar a tiempo ante un bache, un reventón o la aparición de un animal en la vía, o si podría recuperar el control del vehículo, incluso si su reacción fuera tardía. Estos cuestionamientos resaltan la importancia de la concentración y la responsabilidad al volante.

La sanción por estas acciones no solo implica una multa de 200 euros y la retirada de tres puntos del carnet, sino que además se recalca que el peligro de un accidente grave es aún mayor.

La vida de todos los implicados está en juego en estas situaciones, por lo que la conciencia y el respeto a las normas de tráfico son fundamentales para preservar la seguridad en las carreteras.

Conducir con escayola

Del mismo modo, conducir con un brazo o una pierna escayolados o inmovilizados no es recomendable debido a la limitación en el manejo del vehículo. Aunque la ley de tráfico no lo prohíbe explícitamente, no está permitido salvo en una excepción.

La regulación establece que no se puede conducir sin mantener la libertad de movimientos necesaria para manejar el volante, el cambio y los pedales, lo cual no se cumple al tener un miembro inmovilizado.

La DGT ha especificado que no se puede conducir con dispositivos que produzcan inmovilización, como escayolas, vendajes o collarines. Incluso si el vehículo tiene cambio automático, sigue siendo obligatorio tener plena capacidad de manejo de todas las extremidades. La falta de cumplimiento puede resultar en multas y pérdida de puntos en el carnet de conducir.

Las sanciones varían según la gravedad de la infracción: desde multas de 80 euros por no mantener la libertad de movimientos hasta multas de 500 euros y la pérdida de seis puntos por conducción temeraria. La determinación de la sanción específica depende del agente que realiza la denuncia y de la evaluación individual del caso.

Por tanto, la normativa de tráfico no permite conducir con una mano ni con extremidades inmovilizadas debido a los riesgos que implica para la seguridad vial y las consecuencias legales que acarrea.