Indígena de una isla del este de Indonesia, Nila Patty ha cumplido 27 años en la Cumbre del Clima de Madrid. Este es el cuarto cumpleaños que celebra desde que en enero de 2016 decidió cambiar su vida hacia el concepto zero waste (o cero residuos). Empezó por cambiar sus propios hábitos de vida y ha terminado trabajando para que la gente a su alrededor deje de comprar ropa. Sus proyectos se extienden por Indonesia y Holanda, donde acaba de terminar sus estudios.

"La ropa la hace gente, manualmente, en lugares donde las condiciones de trabajo son horribles, cobran un céntimo de dólar por prenda, no es justo", afirma, "pero no podemos ir contra la industria o los gobiernos, primero tenemos que movilizar a la gente".

Y así empezaron, en mayo de 2019, Patty y su amiga Mariulla Imron. En el espacio de coworking donde trabajaban, convocaron a la gente para intercambiar ropa. Fue un éxito. La mecánica era sencilla, cada persona acudiría con cinco prendas de ropa en buen estado y podría cambiarlas con las de otra persona. "De las 200 personas que acudieron al primer evento, el número se ha ido multiplicando, nos hemos visto desbordadas. Tuvimos que alquilar un hotel para el último", asegura.

El décimo evento tiene lugar este fin de semana y estas dos indonesas aseguran que se han intercambiando 160.000 prendas de ropa. "Son 160.000 prendas salvadas del vertedero, de ser producidas por gente trabajando por sueldos irrisorios y de ser compradas", dice la activista, que ha contado su experiencia ante cientos de jóvenes en uno de los encuentros celebrados durante la COP25.

Librerías de ropa

Además de los intercambios de ropa en Indonesia, Patty también colabora con otro proyecto en Holanda con el mismo objetivo. En la conferencia, ella misma viste con prendas de la librería de ropa que ha sustituido a sus compras desde hace meses. "En estas librerías uno se suscribe y puede alquilar toda la ropa que quiera para usarla y devolverla sin tener que comprarla", explica.

Así, asegura, se evita "que a veces llegas a casa y no te gusta la prenda, lo devuelves y listo. Pero si realmente te gusta también puedes comprarla a un precio más barato".

El objetivo de Patty es, en cualquier caso, reducir las compras al máximo: "La gente dice 'yo reciclo'. Y sin embargo reciclar debería ser la última opción, no hay que estar orgulloso de esto porque los sistemas de reciclado no son capaces de gestionar todos los residuos. No se debería tirar nada que aún tenga una función".

Su discurso está traspasando fronteras, la joven ha participado ya en varias charlas con sus charlas para reducir los residuos. Su objetivo lo tiene claro, especialmente desde que su padre murió en 2017: "Era muy joven, me di cuenta que cualquier puede morir en cualquier momento. Y que me gustaría ser recordada como alguien que intentó cambiar las cosas".