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Big data para descifrar el caso Ana Frank

Ana Frank
Ana Frank

Ana Frank quería ser periodista. Su padre le regaló un diario para que no se aburriera, escondida junto a otra familia judía y un dentista en la buhardilla de un almacén de Amsterdam. Esperaban así evitar la deportación a un campo de exterminio y lo consiguieron durante los casi 750 días que Ana escribió su diario personal. La mañana del 4 de agosto de 1944 la Gestapo descubrió el escondite y Ana Frank, de apenas 15 años, empezaba el viaje de la muerte hacia Auschwitz.



Noah Klieger tiene 91 años y es un superviviente de Auschwitz. Invitado por la Comunidad Judía de Madrid y el Centro Sefarad-Israe ha visitado la exposición “Auschwitz. No hace mucho. No muy lejos” en el  en el Centro de Exposiciones Arte Canal recordando la detención en el campo de exterminio nazi. Vídeo: G. M. Piantadosi

¿Cómo se enteraron los nazis de que una familia judía llevaba dos años escondida en el centro de Amsterdam? ¿Fueron las sospechas de los vecinos o el escondite estaba tan mal camuflado que no resistió a una inspección superficial de la policía nazi? La Historia todavía no ha arrojado luz sobre este misterio. Ahora un ex agente del FBI está decidido a encontrar respuestas utilizando el big data.

El ex agente Vince Pankoke, de 59 años, luchó en Colombia contra los narcos en los años noventa y en 2016 el director holandés Thijs Bayens, promotor del proyecto Cold Case Anne Frank, le ofreció liderar el equipo de investigación tras reunirse con viejos amigos de Pankoke que se encontraban en la policía holandesa.

Todavía no se sabe si fue una delación a la Gestapo lo que llevó a la detención de Ana Frank

“El caso de Ana Frank es un cold case: un caso que no está judicializado pero que ha sido investigado sin éxito”, dice Pankoke a El Independiente desde su residencia en Florida. Expedientes como el asesinato de JFK o la muerte del ex espía ruso Alexander Litvinenko, son casos para los que el FBI ha desarrollado técnicas específicas de análisis. “Pero el caso de Anna Frank es diferente: han pasado 74 años y todos los testigos están muertos”, dice Pankoke, cuyo padre fue soldado en la II Guerra Mundial en el Norte de África y después en el frente alemán.

Casos cerrados

Sobre la detención de la familia Frank hubo dos investigaciones. La primera cuando terminó la II Guerra Mundial, justo después de la publicación del diario. La segunda en 1963, cuando Simon Wiesenthal, el cazador de nazis, descubrió el nombre del agente de la Gestapo que detuvo a los ochos judíos. Ambas apuntaron a la misma persona como posible delator: Willem van Maare, el nuevo responsable del almacén.

Vince Pankoke junto a una estatua de Ana Frank

Vince Pankoke junto a una estatua de Ana Frank PAUL FLEMING

Maare sospechaba que en el edificio había judíos escondidos y para averiguarlo llenó las estancias de trampas: pequeños trozos de papel en las esquinas de las mesas que se caían al suelo si alguien pasaba al lado. Él siempre negó toda responsabilidad y nunca se llegó a demostrar su culpabilidad. Los investigadores del caso Frank eran novatos y los colaboradores de los nazis habían sido despedidos después de la guerra.

La empresa de inteligencia artificial Xomnia dista apena un kilómetro de la Casa Museo de Ana Frank en Amsterdam. Ahí se están almacenando todos los datos disponibles sobre el caso. “Estamos hablando de millones de bits” - dice Pankoke - “No sólo los documentos de los procesos, sino también las entrevistas a Otto Frank, el padre de Ana, y a los testigos. Estamos digitalizando todos los libros y los papeles que nos están enviando otros centros de documentación en Holanda, Israel o Estados Unidos. Cualquier pieza puede ser útil para resolver el puzzle”, dice Pankoke.

La investigación de Pankoke cuenta con importantes apoyos, entre ellos la Casa Museo de Ana Frank y el Yad Vashem

El programa destinado a analizar todos estos datos está ya en fase beta y ha sido utilizado de forma experimental sobre la detención de otra familia judía, escondida cerca de los Frank. “Hemos averiguado cómo y en qué manera se llegó a esta detención. Tenemos nombres. Al final de la investigación nos pondremos en contacto con los descendientes de esta familia judía para informarles de los resultados”, dice Pankoke.

La investigación de Pankoke cuenta con importantes apoyos: la Casa Museo de Ana Frank, las instituciones holandesas, el Museo del Holocausto Yad Vashem en Israel y los Archivos Nacionales de Estados Unidos. Su equipo ha conseguido encontrar documentos que se creían perdidos en los bombardeos aliados de 1944.

Nuevos indicios

Después de la II Guerra Mundial, el Ejército americano envió a Estados Unidos envió barcos cargados de documentos nazis requisados en Europa. Para ello había un equipo especial, los llamados documents men. La información se utilizó para el proceso de Nuremberg y en 1950 se devolvieron a los respectivos países. Pero antes, se guardaron copias en microfilm en los Archivos Nacionales.

“No todos los documentos de la Gestapo en Holanda fueron destruidos en los bombardeos. Sin embargo, los que se habían conservado, pasaron inobservados porque estaban deteriorados por el fuego o el agua. Pero seguían estando ahí y contenían información preciosa. Hemos encontrado cientos de piezas con nueva información. Entre ellos la lista de los informadores que colaboraron con los nazis: sus nombres, sus direcciones. Uno de ellos vive muy cerca del lugar donde se escondía Ana Frank aunque es pronto para decir si estuvo involucrado en el caso”, dice Pankoke.

Ahora gracias a la ayuda de otro experto en criminología y ciencias del comportamiento del FBI están intentando trazar el perfil psicológico del posible delator. Se están revisando todas la declaraciones de las personas involucradas en el caso en búsqueda de reticencias y mentiras. “Detalles que podían pasar desapercibidos en los años 60 ahora pueden ser evidentes gracias a la análisis comportamental”.

En parte nuestra investigación recuerda la serie Mindhunter

La investigación seguirá adelante otro año más. Los resultados serán publicados el 4 de agosto de 2019, coincidiendo con el 75º aniversario de la detención de Ana Frank. “Expondremos los resultados obtenidos. No servirá para reabrir el caso judicial ni para condenar un culpable, pero por lo menos esclarecerá algunos de los aspectos del caso Frank que todavía no se han comprendido del todo” - afirma Pankoke - “Nuestra labor será una especie de tributo para los ocho miembros de esta familia y los seis millones de judíos asesinados durante el Holocausto”.

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