Sacó el polvo a una cámara cuando el selfie tomaba su impulso e Instagram se convertía en la revolución online de compartir fotos través de redes sociales. Fotos y una vida más o menos real. Si alguien le hubiera contado en ese momento lo que aquel acto de curiosidad iba a suponerle no se lo hubiera creído ni aún en un viaje al futuro, del que confiesa, que no quiere demasiados spoilers.

Con tan solo 25 años el joven gaditano acumula casi 400.000 seguidores en redes, ha publicado un libro, dirige su propia empresa de cosmética y es embajador de Maybelline. Y todo, además de a la cámara, le ha permitido sacar el polvo también a sus brochas.

Álvaro Kruse se define como un «influencer emprendedor»; aunque más bien emprendedor que influencer. Le gusta pensar que ha roto los muros y esquemas del que piensa que un hombre no puede jugar con su belleza, disfrutar del maquillaje, o quererse con unos labios rojos y unas sombras de un azul turquesa que brillan al sol tanto como sus chaquetas de lentejuelas.

Ser diferente y hacer caso omiso a las amenazas de muerte y distinciones de género lo han llevado a cumplir uno de sus sueños. Solo uno: aparecer en la lista de los 100 influencers más importantes de España. Y es que entre todo, dice para El Independiente: «Quedan muchas cosas por hacer».

¿Un libro?

The company I Keep: My life in Beauty, de Leonard Lauder.

¿Un superpoder?

¡Poder teletransportarme a cualquier sitio!

¿Un personaje histórico?

Martin Luther King.

¿Viajar al pasado o al futuro?

Al futuro siempre, pero sin hacerme mucho spoiler.

¿Una película?

Locos, ricos y asiáticos, una película estadounidense de drama y comedia basada en la novela de Kevin Kwan.

¿Una serie?

New Amsterdam.

Si fueras un animal, ¿cuál serías?

Un perro, viviendo la vida chill.

¿Qué canción serviría para definir tu personalidad y por qué?

Love On Top de Beyoncé, por la superación de cualquier cosa.

¿Un defecto?

Soy extremadamente perfeccionista.

¿Una virtud?

Pasión máxima a todo lo que hago.

Lugar en el que veraneas

En mi ciudad natal, Cádiz.

¿Un sueño por cumplir?

Poder vender mi marca, Krash Kosmetics, en Estados Unidos.

¿Un miedo?

Perder a todos mis seres queridos.

¿El mejor recuerdo de tu infancia?

Los veranos en el campo de mis abuelos.

¿Cuál sería un buen título para tu autobiografía?

¡Agárrate que vienen curvas!

¿Qué es lo que la mayoría de gente suele pensar de ti y no es cierto?

Que soy superficial por dedicarme al mundo de la belleza. Soy todo lo contrario.

¿El plan perfecto?

Una película y comida a domicilio.

Una experiencia profesional de éxito que, sin embargo, no quieras repetir

Una masterclass espontanea en un centro comercial. ¡Casi creamos un tapón humano!

¿Un olor?

Cualquier cítrico.

¿Julio Iglesias o Raphael?

Raphael. Es iconic.

¿Un sentimiento?

El orgullo en uno mismo.

¿Un crush de la infancia? ¿Y de hoy?

De la infancia Zac Efron. ¡Obvio! Actual...Lil Nas X.

Tu juego de mesa favorito

El UNO. Puedo pasarme horas y horas jugando.

¿Una anécdota de ‘tierra trágame’?

Cuando en mis últimos años de la ESO me caí delante de toda una parada de autobús con la mochila llena de libros que pesaban tanto que impedían poder levantarme solo.

¿Qué le dirías a tu ‘yo’ de hace 10 años?

Todo mejora, sigue trabajando.

¿Qué tres objetos meterías en una maleta para un viaje sin retorno?

Un álbum de polaroids que tengo con todos mis seres queridos, mi rutina de skincare y mi libro #BusinessBoy: Cómo transformé 200 euros en una empresa millonaria.

¿El Museo del Prado o el Reina Sofia?

El Museo del Prado siempre.

¿Carne o pescado?

Carne. Y verdura. Son el combo perfecto.