Desde ayer y hasta el próximo 11 de octubre, las mentes más brillantes de la actualidad recogerán los Premios Nobel, con los que se reconoce la importante contribución de los ganadores en campos tan variados como los de Literatura, Medicina o Fisiología, Química, Física, Literatura, Paz y Economía.

Desde su primera edición hace ya 120 años hasta hoy se ha podido comprobar que, a pesar de la genialidad que caracteriza a todos los galardonados, no todos cuentan con la mejor formación en los ámbitos por los que se les ha reconocido su labor. A continuación, presentamos cuatro Premios Nobel que sin pasar antes por la universidad han conseguido hacerse un hueco en la historia.

Knut Hamsun, Premio Nobel de Literatura 1920

Este Premio Nobel de Literatura por La bendición de la tierra en 1920 se convirtió de la noche a la mañana en todo un éxito literario, cambiando por completo su vida de la noche a la mañana. Antes de convertirse en un escritor de tan alto nivel, el autor noruego pasó grandes penurias.

El hambre, la mayor de sus preocupaciones durante un largo periodo de tiempo y título de su primer libro (1888), le sirvió como inspiración en la novela con la que se consagró. Por supuesto, hasta ese mismo instante Hamsun no ganaba lo suficiente como para poder dedicarse a estudiar, aunque no necesitó mayores aprendizajes para triunfar dentro de la escritura.

Malala Yousafzai, Premio Nobel de la Paz en 2014

Esta mujer pakistaní se convirtió en la persona más joven en lograr el Premio Nobel de la Paz en 2014, con tan solo 17 años. Para entender su nominación y posterior galardón, hay que remontarse hasta 2009, cuando bajo el pseudónimo de Gul Makai comenzó a escribir un blog para la BBC sobre el control de los talibanes en la zona de Swat, lugar de residencia de Malala.

Tiempo después, la entonces adolescente, que había denunciado la situación de las mujeres y niñas en el territorio, decidió dar la cara y hacer pública su identidad. Así, se convirtió de forma inmediata en objetivo de los talibanes, quienes trataron de matarla en un atentado contra su persona.

La joven consiguió salir viva, pero era inconcebible mantener su vida en su país de origen. Con el exilio de Malala y de su familia a Inglaterra, la adolescente abrió su propia fundación, Malala Fund, y continuó trabajando en la lucha de las mujeres pakistaníes por obtener la educación que podría tener cualquier compañero hombre.

Godfrey Hounsfield, Nobel de Medicina 1979

Parece increíble, pero este británico logró alzarse con el Nobel de Medicina en 1979 sin nunca haber puesto un pie en un aula de universidad. De acuerdo a la Revista Chilena de Radiología, Hounsfield se interesó siempre por los ordenadores, tanto es así que se convirtió en el líder del equipo que construyó el primer ordenador "con transistores del Reino Unido en 1958, siendo posteriormente trasladado por EMI a sus laboratorios de investigación".

Desde la revista recuerdan que "en los años 60 aplicó los conocimientos adquiridos al desarrollo del escáner, dándonos con ello una forma diferente de obtener y registrar la interacción de los Rayos X con el cuerpo. De esta forma pudimos visualizar los distintos órganos y tejidos, con el giro el tubo en el eje axial y procesamiento de la información con detectores y amplificadores de mayor sensibilidad que la placa radiográfica convencional disponible hasta ese momento". La elaboración de este escáner de tomografía axial por ordenador fue lo que le llevó a hacerse con el reputado premio.

Camilo José Cela, Nobel de Literatura 1989

Considerado como uno de los mejores autores contemporáneos, este gallego premiado en 1989 con el Nobel de Literatura trató de estudiar primero Medicina y luego Derecho, aunque en ambos casos sin lograr acabarlas. Tal y como explican desde el Instituto Cervantes, su gusto por las letras llega tras una larga enfermedad en su juventud, que le obligó a descansar y le permitió disfrutar de la lectura.

Sin embargo, desde la institución comentan que lo que le empujó al autor de La Colmena o La familia de Pascual Duarte a convertirse en escritor fue el poeta Pedro Salinas, a quien "Cela le muestra sus primeros poemas" y de quien recibe "estímulo y consejos". Además del Premio Nobel, el maestro de la escritura recibió los Premios Príncipe de Asturias de las Letras y Miguel de Cervantes (1995). Poco antes de su muerte el Rey don Juan Carlos I le concedió el título de Marqués de Iria Flavia.