Un marco colgado en la pared de un chiringuito de playa de la Comunidad Valenciana. Aquel detalle sirvió para inyectar la curiosidad en la yugular del cineasta Óscar Aibar (Barcelona, 1967), que reparó en la procedencia de la fotografía. La imagen había sido tomada en el mismo sitio no hacía más de 20 años y en ella podían distinguirse "algunos hombres sentados alegremente junto a una mesa, vestidos con uniformes alemanes de la Segunda Guerra Mundial". ¿Qué hacían unos exmiembros de las SS comiendo en la costa levantina ataviados con los trajes de gala nazis 40 años después del enfrentamiento entre los aliados y las potencias del eje?

La curiosidad de Aibar le descubrió una historia de película. La respuesta a su interés obliga a realizar un viaje a la España del régimen franquista. Después de la derrota nazi, los altos cargos del ejército huyeron de Alemania para evitar ser juzgados. Los prófugos, apadrinados por Franco, encontraron en varios rincones de la Costa Blanca el destino ideal. Denia (Alicante), localidad que se asoma al mar Mediterráneo entre Gandía y Jávea, fue uno de estos puntos. El litoral valenciano se convirtió en mucho más que un lugar de amparo para los alemanes. El retiro, además de otorgar un sosiego personal impagable a los teutones, les permitió desarrollar una fructífera carrera empresarial.

El desembarco alemán se prolonga principalmente entre el final de la Segunda Guerra Mundial y los sesenta, aunque el director de El Sustituto, data, en unas declaraciones recogidas por Europa Press, las relaciones que tenía España con los nazis "aún en la década de los 80". "Es algo tan poco contado, que sentía la necesidad de mostrar esa conexión", siendo el guion una "especulación" de lo que realmente pudo pasar.

'El Sustituto' (2021)

La documentación del filme ha sido una maratón de 15 años. "Una investigación que me llevó a descubrir cientos de detalles sobre los nazis refugiados en la Costa Blanca, una próspera comunidad que vivió un plácido retiro en nuestro país hasta bien entrada la transición", apunta el director en su portal de internet. Durante este periodo, Aibar ha gestado una obra que enmarca en Denia y que denuncia la presencia del fascismo más allá de la dictadura en España y ha incidido en "cómo la historia se vuelve a repetir cuando pasan dos o tres generaciones".

Aibar ambienta la cinta en la España de Naranjito, en 1982. Se trata de una fecha muy señalada, ya que en ese año comienza el mandato de Felipe González como presidente del Gobierno y tiene lugar la cita mundialista en el país. El evento futbolístico se organiza con la intención de abrir España al mundo y romper con el hermetismo propio de la dictadura. Al destacar esta etapa en particular, el director enfrenta ese supuesto aperturismo con los vestigios del franquismo que permanecen casi una década después de la muerte del dictador gallego. El trato de favor hacia los ciudadanos alemanes que habían servido a Hitler es un claro ejemplo de ello.

El argumento de El Sustituto ya es un lujo en sí mismo; sin embargo, Ricardo Gómez, Vicky Luengo y Pere Ponce son los rostros que empapan de su nivel actoral el largometraje. El protagonista es un policía destinado a Denia al que da vida en la Ricardo Gómez, quien calificó como "un viaje precioso" el proceso desde que leyó por primera vez el guion hace cinco años. Pere Ponce definió a su personaje como alguien "muy especial, dotado de una gran humanidad, que sufre y tiene dificultades para estar en un entorno muy conflictivo". Asimismo, Vicky Luengo comentó en declaraciones recogidas por Efe que se enamoró del papel porque es una "admiradora de las cosas no dichas, que solo se dejan entrever". El Sustituto llega a la gran pantalla este 29 de octubre como uno de los grandes estrenos españoles de la temporada otoñal. Sin duda, la trama que combina el nazismo, la transición española y un lugar tan mágico como la Costa Blanca se postulan como un thriller apasionante.