El Motomami Tour de Rosalía continúa rodando por las carreteras españolas y esta noche ha hecho parada en la capital para llenar un WiZink Center que esperaba con ansia a la estrella española más internacional del momento. Tras haber deslumbrado en sus anteriores espectáculos en Almería, Sevilla, Granada, Fuengirola (Málaga) y Valencia, llegaba la hora del gran show en Madrid.

Dos espectáculos abarrotados, el de esta noche y el de mañana, darán cuenta de por qué el fenómeno Rosalía ha alcanzado la cumbre del éxito mundial. En el primero de los dos conciertos madrileños la cantante catalana no se ha querido dejar nada para mañana empezando por una monumental puesta en escena digna de una estrella ya consagrada. Con unas titánicas pantallas que mostraban toda la escena como si fuera uno de sus impresionantes videoclips, incluso se ha permitido hacer un guiño al lenguaje de signos con su oda al cambio y a la transformación, Saoko.

Tres años después de cerrar la gira de El mal querer en el Wizink, la autora de Malamente ha regresado al coliseo madrileño para reencontrarse con un público que aparte de ser muy fiel, no deja de crecer.

El fenómeno Motomami certifica la falta de límites generacionales y culturales para contener el éxito de Rosalía, capaz de enamorar a sus fans independientemente de su edad o género y las gradas del WiZink han sido una buena prueba de ello. A pesar de la controversia por unos precios que no eran precisamente populares, todos sus admiradores han hecho un esfuerzo por acudir a la cita.

Nadie se lo ha querido perder, desde Pedro Almodóvar a Belén Esteban, pasando por Georgina Rodríguez. Sin embargo, el entusiasmo y las expectativas que genera un espectáculo de tan grandes dimensiones a veces no se corresponde con la experiencia real. Algo así le ha ocurrido a Andrea Levy que ha calificado de "bastante bluuff..." el primer concierto de Rosalía en Madrid.

Más allá de esta nostalgia (quizás algo pretenciosa) de la Rosalía del Mal querer, la catalana ha ofrecido un espectáculo a la altura de los más grandes artistas que han pisado ese escenario, creando una atmósfera a la que un abarrotado WiZink Center también ha contribuido.

Tras los conciertos en Madrid, queda el reencuentro con su natal Barcelona en otros dos espectáculos este fin de semana y sigue con Bilbao, Coruña y Palma de Mallorca antes de zarpar hacia puertos internacionales.

En total, 16 países: México, Brasil, Argentina, Chile, Colombia, República Dominicana, Puerto Rico, Canadá, otra quincena de fechas en Estados Unidos y finalmente, Portugal, Italia, Alemania, Países Bajos, Bélgica, Inglaterra y Francia, tendrán la oportunidad de vivir el fenómeno Motomami en directo.