Siempre se ha dicho que, en literatura, el tiempo es el mejor indicador para separar la paja del grano. Para que un libro sea considerado un clásico es necesario que haya sobrevivido a las modas, reciclando sus temas y manteniendo su vigencia universal. Hay quien marca esta distancia temporal en los 100 años, otros bajan el listón a medio siglo. Si este fuera el caso, Harry Potter ya habría recorrido gran parte del terreno necesario para conseguirlo, pues la historia del joven mago de la cicatriz acaba de cumplir 25 años desde su publicación en España.

Un aniversario que Salamandra, editorial que tiene los derechos de Harry Potter en España, ha aprovechado para lanzar una edición limitada de Harry Potter y la piedra filosofal.

El fenómeno literario de Harry Potter es prácticamente único. Tras haber sido rechazado por varias editoriales, alcanzó un éxito comercial arrollador tras su publicación. Tanto es así, que hizo que la pequeña editorial inglesa que lo publicó, Bloomsbury, fuese nombrada "editorial del año" en 1999 y 2000, siendo hoy una de las grandes en el mundo anglosajón, con ingresos de más de 100 millones de libras. Ya en sus inicios, algunas de las primeras reseñas describían Harry Potter y la piedra filosofal como "el debut más imaginativo desde Roald Dahl" y "un thriller enormemente entretenido" con "todos los ingredientes de un clásico".

En España pasó algo parecido. La saga Harry Potter llegó de la mano de la editorial Emecé (que más tarde se convirtió en Salamandra). En ese momento la editorial no se encontraba en su mejor momento y, a día de hoy, sigue siendo la joya de la corona, una joya por la que el grupo de Penguin Random House adquirió Salamandra en 2019.

80 idiomas y más de 500 millones de ejemplares vendidos

Un libro para niños, publicado inicialmente con una tirada de 500 ejemplares, se ha ganado la atención de todo el mundo, adultos incluidos. Con unas ventas de más de 500 millones de ejemplares, la serie de Harry Potter se ha traducido a 80 idiomas y ha inspirado ocho películas con idéntico éxito en taquilla.

Y es que llama la atención ver que la saga escrita por J. K. Rowling sigue siendo una de las primeras lecturas entre los más jóvenes. No hay generación que se resista a la pottermanía. Mientras sus primeros lectores ya superan ampliamente la treintena, hay niños nacidos más allá de 2010 que siguen emocionándose con cada uno de los siete libros que completan la serie.

Tal el es su valor editorial que hay versiones del primer Harry Potter en latín clásico (bajo el nombre Harrius Potter et Philosophi Lapis) y en griego antiguo, con el fin de incentivar el estudio de las lenguas clásicas. Este último se trata del texto más extenso publicado en griego antiguo y el primer clásico de la literatura infantil traducido a dicho idioma.

Hasta el momento, nadie ha sido capaz de revelar el secreto de un éxito tan rotundo. Pues, aunque nadie ponga en duda la capacidad imaginativa de Rowling como narradora, también ha habido quien ha criticado el valor literario de sus libros.

Puede que sea por la fusión de diferentes géneros y temáticas, precisamente en unos años 90 los relatos fantásticos estaban de capa caída. El profesor Peter Appelbaum hizo hincapié en la presentación de la magia como tecnología de consumo. Pero lo que de verdad hace de esta historia un lugar en el que los jóvenes lectores quieren verse reflejados es el valor de su humanidad. Pues, por muy poderosos que sean sus hechizos y conjuros, el verdadero motor del relato son las relaciones de amistad y compañerismo que unen a sus personajes.

Resistencia a la cancelación

Sin embargo, más allá de la corrección política de su fondo y el mensaje maniqueo de la serie, Harry Potter también ha tenido sus controversias. La primera vino por parte de algunos grupos religiosos, que llegaron a ver en esta saga infantil una apología a la brujería y el satanismo.

La segunda vez que la serie estuvo bajo amenaza de cancelación fue por causas totalmente ajenas al libro. J. K. Rowling, a quien se ha alabado como icono feminista, está en el ojo del huracán desde 2019 por sus opiniones sobre los derechos de las personas transgénero. La escritora británica publicó en Twitter unas controvertidas declaraciones sobre las personas transgénero, específicamente sobre las mujeres transgénero, diciendo que, esencialmente, «no eran mujeres».

Ni las polémicas, ni la supuesta cancelación, ni el relevo generacional han sido capaces de frenar un éxito que sigue copando las listas de los favoritos entre los jóvenes. Y es que, en un momento histórico donde las nuevas tendencias son tan líquidas e inconsistentes, hablar de un libro que lleva 25 años como una referencia es la prueba de que la cultura popular también es capaz de elegir sus propios clásicos.