Estás paseando por los alrededores de una sala de exposiciones que recuerda a La Cantina del Matadero de Madrid. Sin embargo, a la entrada no ves su característico cartel, sino uno que reza Pandemic showroom: 24 ilustradores nacionales. Casi sin darte cuenta, comienzas a subir las escaleras y te adentras en una experiencia en 3D en la que la música y el arte se fusionan. Aunque pasear de esta forma ahora mismo es imposible, la iniciativa Pandemic showroom permite a uno recorrer virtualmente una sala de exposiciones.

"Hablaba con mi familia y amigos, y todos echábamos en falta el ocio y los bares. Yo, que siempre he usado el 3D y hacía animación, pensé en recrear una sala de exposiciones que emule la realidad", cuenta a El Independiente Javier Codina, diseñador, ilustrador y creador de Pandemic showroom. "En una semana ya estaba casi todo listo para renderizar (generación de imagen fotorrealista o no fotorrealista a partir de un modelo 2D o 3D por medio de programas informáticos) la animación". El diseñador creó esta visita pensando "en todos los públicos", puesto que no todo el mundo dispone de un equipo visual específico. Así fue cómo decidió montar un vídeo para subir a Youtube.

Para la animación, Javier Codina ha utilizado Cinema 4D, un programa que está basado en la animación y que considera bastante completo para trabajar de forma profesional, además de que "permite generar una imagen estática o de animación". Por último, empleó un software de vídeo gratuito "que encontré en internet". Todas estas herramientas han permitido que la idea del diseñador sea una realidad.

¿Qué se expone en Pandemic showroom? Javier Codina hizo un llamamiento a todos los que quisieran que su obra apareciera en el vídeo, y cuenta que la reacción le dejó bastante sorprendido, ya que si bien el primer día recibió "unas 80 respuestas, al día siguiente fueron 250. Tuve que hablar con un artista para que seleccionara, porque había muchos amigos y yo tenía que usar mi tiempo en animar".

Para que el proyecto fuera más diverso, el diseñador indicó a los participantes que la temática era libre, que "no iba a estar condicionada". Sin embargo, algo que sí ha intentado Codina es alejarse de las obras inspiradas en el coronavirus, ya que, "aunque la pandemia está despertando en nosotros la necesidad de escapar, queremos que los usuarios se olviden de la realidad actual". Finalmente, Pandemic showroom es un "cóctel de sentimientos, lugares y personas".

En un principio, el creador pensó locutar los carteles que acompañan a las piezas expuestas, sin embargo confiesa entre risas, "ser de Murcia" y no querer "dar el tostón". Por ello, habló con amigos para que le ayudaran en la búsqueda de artistas que cedieran su música de forma gratuita para que sonara "de fondo".

Al igual que en los citados carteles hace mención a los creadores de las obras que forman parte de Pandemic showroom, Codina decidió crear un avatar de las dos cantantes que contribuyen con su música, "para que su trabajo fuera también protagonista, más que un relleno. Ellas merecen reconocimiento y promoción como artistas".

La labor de los artistas de crear en tiempos de COVID-19

Como diseñador de una empresa de moda, Codina reconoce que cuando "llegas a casa después de estar 8 horas en la oficina, no te apetece hacer nada". Sin embargo, en pleno confinamiento "recuperamos el tiempo que nos lleva desplazarnos de un lugar a otro, lo que permite recogimiento y desata la inspiración".

Este es el momento de plantear proyectos pequeños, como una serie cómica. "A los ilustradores nos gusta mucho enseñar nuestras creaciones, y muchas veces no hace falta explicar, solo dibujar". Confiesa que el hecho de disponer de más tiempo libre permite desarrollar nuevas ideas, aunque reconoce que estos proyectos no siempre se pueden emprender.

Es por ello que anima a los artistas a crear en momentos duros como este, ya que "si no distraes un poco a la gente, al final no aportas nada a la sociedad. El confinamiento no sería lo mismo sin un libro o la televisión". Además, piensa que este contenido debe concebirse sin "buscar un beneficio monetario o publicitario". Los artistas deben asumir el cometido de entretener al público como "un compromiso y un servicio a la sociedad".